Este jueves el ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, dio a conocer el Documento Blanco para la Erradicación de Cultivos Ilícitos en Colombia: Plan Quinquenal 2018 – 2023, que fue acordado entre Colombia y Estados Unidos en marzo de este año.
Villegas señaló que este documento “va servir de empalme para el próximo gobierno”, y que espera poder entregarlo o enviarlo el próximo lunes al presidente electo. Garantizó que EE. UU seguirá comprometido con la erradicación de cultivos ilícitos en el país en términos de erradicación, interdicción y fortalecimiento de la cooperación entre ambos países.
Sin embargo, para Sergio Uribe, politólogo y experto en política antidrogas, la agenda antidrogas debe ser acordada con el próximo presidente y no con los que “salen del problema”.
“Entre otros, el compromiso debería ser de Colombia, ayudados (financiados) por EE. UU. y no de EE. UU. con Colombia. El narcotráfico destruye a nuestra sociedad más que a la norteamericana, así que esto no es cuestión de semántica es de política y realidad”, explicó a Pan Am Post al ser consultado sobre el documento.
Al mismo tiempo, Uribe aseguró que la tardanza en los análisis y cifras hacen necesaria una institución que se encargue de la política antidrogas en el país.
“En Colombia no hay una agencia antidrogas ni tiene quien la dirija. Lo que se hace es que cada funcionario asume funciones y luego lleva esos datos a la prensa.”
Meta: erradicación del 50% de cultivos ilícitos
El Ministro de Defensa expresó que se debe mantener en 70 mil hectáreas la meta mínima anual de erradicación de la Fuerza Pública para los próximos cinco años y que, además, sea revisada en el año 2019. Asimismo, explicó que el principal objetivo de este Plan Quinquenal es revertir y reducir la tendencia en el incremento de cultivos registrada entre 2013 y 2015.
Sobre la meta de erradicación de hasta un 50 % o más de hectáreas para los próximos cinco años, Villegas aseguró que “la línea base de hectáreas con cultivos de coca se establece en 180 mil para inicios del 2018, es decir, un 23 % más del registro del 2016. Entonces, la meta de hectáreas erradicadas en 2023 debe ser como máximo de 90 mil”.
“Creemos que es posible cumplir esta meta (…), no solo porque tenemos los recursos, porque los hemos diseñado juiciosamente, sino porque la cooperación internacional -especialmente con EE.UU.- ha funcionado de una manera muy oportuna, generosa y de plena concertación”, dijo Villegas.
Sin embargo, el Ministro de Defensa advirtió que esa línea base es un estimado que se podrá modificar –disminuir o aumentar– únicamente cuando las Naciones Unidas entreguen en las próximas semanas la cifra oficial.
Destacó que el aumento de cultivos de coca entre 2013 y 2015 en el país se debe a que hubo una “zona gris” que fueron años donde se hicieron muy bajas cifras de interdicción.
“Cuando se dispararon los cultivos de 50.000 a 100.000 hectáreas, se registró un crecimiento del 100 % que se vio derivado de la suspensión de la fumigación aérea, de los atentados contra los aviones, que no se hizo el reemplazo de la erradicación manual, etcétera”, sostuvo el jefe de la cartera de Defensa.
OND adolece de un problema genérico
Al ser preguntado por el papel del Observatorio Nacional de Drogas (OND), Sergio Uribe dijo que hace un buen papel, pero adolece de un problema genérico.
“Aun cuando recopila datos de oferta y demanda, su mandato no le permite asumir un rol activo en las políticas. En otras palabras, recibe, organiza y publica datos, pero nada más”, concluyó.