La fragilidad del acuerdo de paz se ve supeditada a unos factores que exceden la lógica del conflicto, si bien es cierto que la idea de la paz atrae mucho y así como el lema de la campaña de reelección del presidente Juan Manuel Santos en 2014, “con paz haremos más” motivó a muchos votantes, hoy la realidad es diferente. Las disidencias de las FARC como ha asegurado el exministro de Defensa y precandidato presidencial, Juan Carlos Pinzón, son la retaguardia de las FARC. Esto significa contar con un brazo político legitimado por las decisiones del Gobierno colombiano y Organizaciones Internacionales que justifican como grupo armado la extinta guerrilla y delimitan la forma de financiación del ahora movimiento político.
De acuerdo con la investigación de InSight Crime, en algunos territorios no ha llegado la paz debido al abandono estatal, caldo de cultivo para la presencia de grupos subversivos en el que ocurre el fenómeno del “cambio de brazalete”, el cual se pasa de un mando rebelde a otro a través de la ocupación de territorios y rutas de narcotráfico, entre otros factores. El caso de Miraflores, municipio colombiano al suroriente de San José del Guaviare, capital del departamento del Guaviare, es muestra de ello, su espesa vegetación y su caudal es atractivo para ejercer estos actos de ilegalidad. Además, de contar con una pista de aterrizaje clandestina y unas condiciones climáticas adecuadas para el desarrollo del narcotráfico en esa zona.
La investigación reseña que Miraflores se convirtió en el nuevo nicho para las disidencias de las FARC, razón por la cual un numero de 400 disidentes del Frente Primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hayan decidido albergarse allí. De forma unilateral han ido ocupando cada rincón de las vidas que habitan ese lugar, reclutando a la mayoría de hombres dentro de sus filas, embarazando a sus mujeres, obligando a estas personas a no tener una decisión alternativa que servir al grupo guerrillero. El boom de la cocaína en el país después del acuerdo entre la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) y el Gobierno, ha sido provechosa para estas disidencias. Las 2.297 hectáreas de coca cultivada son algunas de las razones para utilizar el rio Vaupés hasta llegar a Brasil, caudal que sirve como superautopista que alimenta al mayor mercado de drogas en América Latina y al principal punto de transbordo de cocaína que llega hasta Europa, África y Asia.
“La guerrilla se tomó Miraflores, la fuerza pública y los funcionarios de gobierno fueron desplazados y la alcaldía funcionaba desde la ciudad de Villavicencio. Desde el 2002 el Estado abandonó a Miraflores.”, dijo el secretario de Gobierno.
InSight Crime explica que desde 2016, los guerrilleros repartieron volantes en Miraflores expresando su no sometimiento al acuerdo de paz. Mientras que la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) postuló a Timochenko como candidato presidencial sin pasar por la justicia y a otros altos líderes del secretariado en listas de Senado y Cámara el fenómeno de las disidencias continua en auge.
En Colombia cada vez se hace más grande la presencia de disidencia de las FARC, mientras el Gobierno calculaba que este grupo estaba conformado por 600 integrantes, estos realmente serían 1.400 y tendrían presencia en 60 municipios del país. Asimismo, aseguran que las disidencias tendrían conexiones con otros grupos en diferentes territorios de Colombia e incluso habría presencia en el país vecino, Venezuela.
Un ciudadano anónimo señala que:
“El Frente Primero antes del proceso mandaba en los municipios de Calamar, Miraflores y el río Vaupés, mientras que ahora en el posacuerdo, está en control de los mismos lugares, sumándole San José del Guaviare, partes de los departamentos de Meta y Vaupés. A ese frente le llegaron personas de [los frentes] séptimo, 44 y de otros lugares del país. Yo calculo que este grupo, entre Calamar y Miraflores, deben estar alrededor de los 400 y no 120 personas como dice el gobierno”
Al mismo tiempo los ciudadanos han creado un vínculo con estos grupos guerrilleros al no haber presencia estatal ni autoridad en términos de defensa y seguridad. “Yo le digo al Ejército que no hay necesidad de culpar a un muchacho que quiere a la guerrilla, porque es que ese muchacho creció en Miraflores cuando no había Ejército o Policía y creció aprendiendo que los ‘patiamarrados’ eran los malos, que era como la guerrilla le decía al Ejército” describió Edwin Díaz, secretario de Gobierno.
Otra de las razones de la presencia de la disidencia del Frente Primero de las FARC en el lugar obedece al jugoso costo de la cocaína. A diferencia de otros municipios del país, en Miraflores, el kilo de base de coca cuesta alrededor de USD $ 682 (un poco más de dos millones de pesos). Sin dejar de lado la extorsión, actividad que es igual o incluso más lucrativa.
Entre tanto, la guerrilla del ELN y el Gobierno de Juan Manuel Santos pactaron un cese bilateral al fuego que según el mandatario colombiano ira hasta enero del 2018. Sin embargo, la fecha podría ser prorrogable. Mientras esto ocurre, revela InSight Crime que, en el departamento del Chocó, aunque no es seguro, posiblemente el ELN y grupos criminales (Urabeños) pueden haber acordado repartirse el control de Chocó. Motivo por el que se han reducido los combates entre grupos subversivos en comparación con los primeros meses del año.
Aun así, el jefe negociador del ELN ha asegurado que en el transcurso de estos meses el Estado ha incursionado en zonas controladas por el ELN, además de las denuncias de presiones políticas y el asesinato sistemático de líderes sociales. A pesar de las muchas denuncias, esa guerrilla hace poco fue artífice del asesinato en pleno cese bilateral del gobernador Aulio Isarama Forastero del resguardo Catru Dubaza Ancoso del Alto Baudó. Al parecer la guerrilla del ELN presentaría síntomas de disidencias dentro de sus filas, expertos aseguran que se ha observado señales de un posible hecho de fractura entre el Frente de Guerra Occidental del ELN, que opera en Chocó, y la estructura centralizada del secretariado del grupo que negocia la paz con el gobierno.
A pesar de que los combates se disminuyeron sustancialmente en territorios estratégicos ocupados por guerrilla y autodefensas en algunos territorios no ha llegado la tan anhelada paz promovida por el Gobierno. Por un lado, se tiene a unas FARC con legitimidad política y, por otro lado, a otras FARC disidente con legitimidad territorial apoyada en el narcotráfico y la extorsión, difícil panorama para la implementación del acuerdo de paz.
Esto podría aumentar el riesgo de venirse abajo el cese al fuego por parte del ELN en el departamento del Chocó, pues también hay hombres que difieren de los altos mando de esa guerrilla. Sin duda el futuro del acuerdo con la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) marcará el camino a seguir por la comisión que se encuentra dialogando en Quito una posible rendición del ELN como guerrilla, que pese al cese bilateral sigue atacando y asesinando.
Fuente: InSight Crime, InSight Crime