Luego de que durante dos años se realizaran recortes presupuestales, de que se cancelaran obras públicas relevantes, de una deuda histórica, así como de un crecimiento económico que no supera el 1 % y con 53 millones de pobres, las alarmas de la economía de México están encendidas.
Uno de los aspectos que no deja que México salga de esta situación, señalan expertos, es que el discurso de “austeridad” y de “apretarse el cinturón” es repetido por el gobienro federal, mas no aplicado en la alta burocracia ni en la residencia del presidente Enrique Peña Nieto.
Durante la actual administración, la deuda está ya en niveles históricos, pero a pesar de ello los recortes presupuestales no tocan a los funcionarios que trabajan de forma cercana con el Ejecutivo federal, ya que a pesar de los desafíos en materia económica que atraviesa México, su presupuesto asignado es cada vez mayor.
Varios expertos consultados por el diario mexicano Sin Embargo, coinciden en que el gobierno federal “no sólo incurre en ilegalidad cuando endeuda de manera exorbitante a México, sino también en una falta de ética por los niveles de desigualdad social que se observan” en ese país.
Recientemente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reconoció que en el tercer trimestre de 2016 la deuda neta del gobierno fedral se colocó en 35,5 % del Producto Interno Bruto (PIB); la deuda neta del sector público se ubicó en 47,6 % del PIB y el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP) alcanzó el 48,0 % del PIB.
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Según revela el Informe Trimestral del Poder Ejecutivo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Presidencia de la República gastó US$550.000 más de lo aprobado por el Congreso para el año fiscal 2016.
Y así se repite la tendencia en otras secretarías, como la de Trurismo, que registró 50,7 % más gasto, seguida de la secretaría de la Función Pública (SFP), con 50,7 % más de lo aprobado y la media de gasto de las demás dependencias fue de 12,3 % más.
Hay casos peculiares, como el de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en la que se han incrementado los gastos en alimentos en la oficina, reportando un monto de US$2.250 en mayo, y en marzo erogó US$2.000 en gastos de tintorería, y también el de la propia Secretaría de Hacienda, la encargada de administrar los recursos públicos, ya que pagó US$14.750 para la “celebración de la reunión de análisis de la estrategia (hasta ahora desconocida)” según reportan documentos oficiales.
La Presidencia de México en conjunto con las 11 secretarías gastaron US$550.000 diarios en publicidad, lo cual se traduce en más de US$200 millones en un año según reporta Sin Embargo.
Mientras esto pasa en las arcas de las diferentes dependencias gubernamentales, en la agenda pública se encuentran estancados temas como el aumento al salario mínimo, ya que la Secretaría de Hacienda argumenta que México está en un tiempo de “ajustes presupuestarios”.
Fuente: Sin Embargo