EnglishCory Massimino, miembro de Estudiantes por la Libertad (Students for Liberty), escribió recientemente un artículo en el blog – El Movimiento por la Libertad está ganando (The Liberty Movement is Winning) – señalando un cambio en la opinión pública respecto a lo que piensa de un gobierno con muchas competencias. Cita una encuesta de TNS Gallup, que muestra que el 72% de los estadounidenses considera que este tipo de gobierno es una amenaza mayor que una gran empresa o un gran trabajo. Esta encuesta, como señala Massimino, implica una pequeña victoria para la libertad y marca nuestro progreso como movimiento. Sin embargo, debemos analizar esta situación con más detalle y preguntarnos realmente qué significa ganar.
Una encuesta hecha por el Public Religion Research Institute muestra que, en comparación a la población general, los libertarios tienden a ser hombres jóvenes blancos, no latinos. Cerca de un 94% de todos los libertarios son blancos no latinos; más de dos tercios son hombres y más de 6 de cada 10 tienen menos de 50 años. En lo religioso, los libertarios tienen un porcentaje desproporcionado de ateos y protestantes clásicos. Hay muy poca diversidad religiosa dentro del movimiento libertario.
Por lo tanto cabe hacerse la siguiente pregunta: si realmente estamos ganando, ¿por qué el libertarismo se limita a un segmento tan reducido de nuestra sociedad? Un movimiento exitoso debería incorporar un crisol de voces, perspectivas y enfoques sobre la libertad. Debemos propagar nuestro mensaje dentro de grupos que hayan sido víctimas históricas de las desastrosas políticas gubernamentales a las cuales Massimino se refiere. Podríamos apelar a las mujeres, las comunidades étnicas o raciales, las poblaciones inmigrantes e incluso las minorías religiosas.
En su autobiografía, Assata Shakur señala que:
“Ningún movimiento puede sobrevivir si no crece y cambia constantemente con el tiempo. Si no está creciendo, se estanca, y sin el apoyo de la gente, ningún movimiento por la liberación es capaz de existir, sin importar qué tan acertado sea el análisis de la situación. Salvo que apuntes a los asuntos que le preocupan a la gente y hagas una contribución positiva, nunca te apoyarán. Lo primero que intentan hacer tus enemigos es aislar a los revolucionarios de la masa de gente, haciéndonos quedar como monstruos horribles y espantosos para que la gente nos odie.”
Somos revolucionarios a favor de la libertad, y no nos pueden aislar de las masas: de aquellos que combaten las injusticias de la guerra contra las drogas, de los prisioneros relegados a ciudadanos de segunda clase, de los inmigrantes cuyas familias se ven desmembradas por las deportaciones, de los estudiantes condenados a ser una estadística por culpa de un sistema educativo ineficiente. Para ganar de verdad y crecer más allá de la demografía libertaria tradicional, tenemos que aceptar las diferencias existentes entre grupos y personas, basadas en la etnia, raza, estatus socioeconómico, sexo, idioma, religión, edad u orientación sexual. Debemos aceptar de buena voluntad a esta diversidad de experiencias e historias de vida.
En ese momento podremos cantar victoria.
Una versión anterior de este artículo fue publicada en el blog Students for Liberty. Traducido por Melisa Slep.