English Este miércoles, en un mensaje a la nación, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ratificó el inicio de una nueva etapa en la relación de su país con Cuba, así como el posible levantamiento del embargo económico que pesa contra la isla. Las históricas declaraciones tuvieron lugar después de que el estadounidense Alan Gross fuera liberado durante la mañana de este miércoles, luego de pasar los últimos cinco años en una prisión cubana bajo la acusación de espionaje.
Desde La Habana, el mandatario Raúl Castro confirmó frente a las cámaras que ambos países retomarían el intercambio diplomático y exhortó al Gobierno de Estados Unidos a poner fin al bloqueo económico que inició en 1961.
La liberación de Gross se dio a cambio del regreso a la isla de 3 presos cubanos en Estados Unidos, en el marco de un histórico acuerdo celebrado entre ambos Gobiernos. Además, como parte del trato, una fuente de inteligencia estadounidense encarcelada hace más de 20 años en Cuba también fue enviada al país norteamericano.
Alan and Judy Gross. Together again. Just before leaving Cuba this morning. #alangross pic.twitter.com/cdIlIkYfF3
— Jeff Flake (@JeffFlake) December 17, 2014
En su anuncio, Obama informó que Estados Unidos abrirá una embajada en La Habana, y Cuba en Washington DC. Indicó que el Secretario de Estado John Kerry iniciará las conversaciones para reestablecer la embajada tras 44 años de rompimiento en las relaciones diplomáticas. Además, autorizará la exportación de equipos de telecomunicaciones hacia Cuba “que permitirán mejorar el flujo de información desde y hacia la isla”, dijo Obama.
Al mediodía de este miércoles, el presidente Raúl Castro también se dirigió a su país y reconoció que tras una conversación telefónica con el presidente Obama, ambas naciones retomarán las relaciones internacionales. “No quiere decir que lo principal se haya resuelto. El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos a nuestro país, debe cesar, aunque las medidas del bloqueo han sido convertidas en ley, el presidente [Obama] puede modificar su aplicación en uso de sus facultades ejecutivas”, dijo Castro, quien exhortó al Gobierno estadounidense a levantar de una vez por todas el embargo a la isla.
Obama propone dramáticos cambios
Sin embargo, la serie de reformas anunciadas por Obama evidencian una relajación en el intercambio comercial y financiero con la isla. “No podemos hacer los mismo durante cinco décadas y esperar un resultado diferente”, dijo Obama en su alocución.
El presidente de Estados Unidos decidió elevar el límite de las remesas que pueden enviar los cubanos residentes en Estados Unidos a sus familiares en Cuba —de US$500 a $2000—, aliviar aún más las restricciones de viaje, y permitir el uso de tarjetas de crédito y débito estadounidenses en la isla.
En cuanto a los cambios de las relaciones económicas entre ambos países, el mandatario estadounidense informó que autorizará un mayor intercambio comercial al eliminar restricciones sobre la exportación de bienes utilizados para la construcción de viviendas, insumos para empresarios cubanos del incipiente sector privado, y equipos de agricultura para pequeños granjeros. También permitirá que instituciones financieras de ambos países establezcan relaciones.
Asimismo, Estados Unidos “revisará la designación de Cuba como Estado patrocinador de terrorismo” vigente desde 1982. “Creo que podemos hacer más para apoyar al pueblo cubano, y promover nuestros valores, a través de interacciones”, afirmó.
Obama reconoció que no espera que con sus anuncios los “cambios en la sociedad cubana ocurran de la noche a la mañana”. Si bien las medidas impulsadas por el presidente de EE.UU reducirán la rigurosidad del embargo, al haber sido este decretado por una ley del Congreso, solo ese cuerpo tiene la autoridad para eliminarlo.
Alan Gross, la excusa perfecta
Los cambios en las relaciones bilaterales surgen días después de que Obama reconociera en una entrevista que estaba “negociando a través de diversos canales” la liberación de Alan Gross.“Seguimos preocupados por él. En primer lugar, no creemos que él debe permanecer encarcelado”, afirmó.
Los tres espías cubanos liberados como parte del acuerdo habían sido sentenciados por infiltrarse en la importante comunidad cubana que reside al sur del Estado de Florida. Permanecían en una instalación sanitaria que mantiene la autoridad de prisiones estadounidense en Carolina del Norte y son parte del grupo denominado “Los Cinco“, y habían recibido un papel protagónico en la propaganda del régimen castrista.

Gross, arrestado por autoridades cubanas en 2009, fue acusado de espionaje y sentenciado a 15 años de prisión en 2011. El contratista de USAID fue sorprendido con dispositivos de telecomunicaciones que pretendía entregar a la pequeña comunidad judía de la isla para facilitar sus comunicaciones y esquivar la censura cubana.
El encarcelamiento de Gross ha representado un obstáculo para el presidente estadounidense, quien en 2008 había comenzado a aliviar algunas restricciones que pesaban sobre la isla.
A comienzos de diciembre de 2014, cuando se cumplió el quinto aniversario del arresto de Gross, desde la Casa Blanca consideraron la situación como “gravemente decepcionante”. Su encarcelamiento “representa un obstáculo significativo para una relación bilateral más constructiva”, afirmó una vocera.
Por su parte, el expresidente Bill Clinton expresó en una entrevista el 11 diciembre que la liberación de Gross le permitiría al Gobierno de Estados Unidos levantar el embargo impuesto sobre la isla en 1961. “Pienso que estaríamos avanzando hacia ello si liberaran a Alan Gross”, dijo Clinton.
Un alto funcionario del Gobierno de Obama había señalado a CNN que tras el intercambio de prisioneros se normalizarían las relaciones diplomáticas entre ambos países y el país norteamericano abriría una embajada en la isla. “Estamos trazando un nuevo rumbo hacia Cuba”, dijo.
Tras cinco años de reclusión la salud de Gross se deterioró profundamente. Según su abogado, Scott Gilbert, el contratista estadounidense perdió más de 46 kilos durante los últimos cinco años, padecía problemas de visión y tenía su movilidad reducida.
“Me temo que estamos en el final. Después de cinco años consumiéndose literalmente, Alan está acabado”, había afirmado su esposa, Judy Gross, a comienzos de mes.
Este factor fue crucial para asegurar la liberación de Gross, considera la periodista cubana Yoani Sánchez. “El contratista no fue arrestado tanto por lo que hacía, sino por lo que se podría lograr con él. Era un simple anzuelo y estaba consciente de ello desde el principio”, escribió en el portal de noticias cubano 14ymedio. “Gross solo era de utilidad vivo y su salud se deterioraba muy rápidamente”, añadió
La familia Gross cambió las penurias de su encarcelamiento por una expresión de alegría. “Estamos saltando y gritando”, dijo su hermana a la agencia Associated Press en una comunicación telefónica.
Cuba, sin transformaciones positivas
Sin embargo, la sensación de felicidad no es generalizada, y muchos consideran que este gesto no tendrá un impacto real en el aumento de las libertades de la isla.
El exdetenido político Luis Enrique Ferrer declaró al medio colombiano NTN24 que “en Cuba no cambiará nada hasta que el régimen libere a todos los presos políticos encarcelados injustamente”.
Senador Rubio dice Congreso de EEUU no respaldará levantamiento de embargo sobre #Cuba
— Reuters Latam (@ReutersLatam) December 17, 2014
Por su parte, Berta Soler, integrante del grupo disidente Damas de Blanco, recordó que apenas una semana atrás el Gobierno cubano arrestó a mas de una centena de activistas de derechos humanos.
Con la contribución de Elisa Vásquez y Daniel Duarte