César Cocarico, ministro de Desarrollo Rural de Bolivia, en plena sesión de la Asamblea, reconoció que el tema de los impuestos fue tocado en su momento para tranquilizar a los cocaleros Yungas cuando se opusieron al tributo a través de manifestaciones.
Cuando Cocarico fue consultado por el tema, indicó que “Después vamos a trabajar el tema de impuestos, no era conveniente tratarlo en ese momento por el conflicto, pero hay que discutir, tenemos que ver si el impuesto será al productor o al comercializador; eso lo haremos, no ahora, pero se hará”.
En el Senado y en la Cámara de Diputados, los legisladores de la oposición reclamaron en un principio ya que se había sacado este tema impositivo de la ley y seguidamente aseguraron que los productores, agroindustriales y grupos del MAS “deben pagar los impuestos sin reclamos”.
El ministro señaló que “Los campesinos somos los que subvencionamos los alimentos del país, nosotros producimos el 70% de los alimentos que consume el pueblo, y cuánto cuesta una arroba de papa que equivalente a 25 libras: Bs 40 (USD $5.77). ¿Les parece justo que después de trabajar sin horario y cobrar a precios subvencionados la papa, los campesinos tengamos que pagar impuestos?”.
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Es importante recordar que en el proyecto original del Gobierno, las tasas y el impuesto estaban en la propuesta, exactamente desde el artículo 41 al 46, a pesar de ello, en el proyecto “final” que se presentó a la Asamblea Legislativa Plurinacional fue reducido a 37 artículos e indicaba que el impuesto debería ser aprobado por una ley especial.
Según el portal digital de El Deber, ese artículo de “aprobación de impuestos” fue eliminado en la Cámara de Diputados por parte del oficialismo y sin “mayores explicaciones”, trayendo como consecuencia, las críticas y desacuerdos de los opositores.
Fuente: El Deber