El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que no va a permitir las denuncias acerca de las versiones de Odebrecht e indicó que quiere identificar a los involucrados en la trama de los proyectos de la compañía brasileña.
A través de un comunicado que difundió la Secretaría de Comunicación, Secom, el mandatario calificó de “desafortunado” al ejemplo de sobornos que emitió el Departamento de Justicia de Estados Unidos de Odebrecht en Ecuador.
La justicia norteamericana dijo por medio de unos informes que la constructora pagó 788 millones de dólares a 12 países de Latinoamérica y África solo en sobornos.
Esos documentos indican que entre 2007 y 2016, Odebrecht hizo pagos con fines corruptos en Ecuador por más de 35,5 millones de dólares a funcionarios del gobierno.
El documento del Secom indica que “Somos los primeros en querer identificar a los responsables, ya que esta [el soborno] es la forma de corrupción más difícil de detectar”.
La conducta del Gobierno Nacional siempre ha sido transparente y decidida en función de los intereses de la Patria. Podemos sostener con firmeza que jamás hemos permitido ningún perjuicio al país”, añade el texto y subraya que si han habido “comportamientos personales inapropiados, somos los primeros en querer identificar a los responsables”.
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Adicionalmente, Correa recordó que en el escándalo de los “papeles de Panamá“, los medios de comunicación difundieron denuncias no comprobadas y con supuestas motivaciones políticas que involucraban al Vicepresidente del país, Jorge Glas”.
“Lamentablemente, hay claras similitudes, pese a que Odebrecht trabaja en el país desde los años 80 y que en el resto de los casos (del Departamento de Justicia) se analiza un período que va del año 2001 al 2016, para el caso de Ecuador sólo se analiza el período 2007-2016, coincidente con nuestro Gobierno”, indicó el documento.
El informe agrega que “Además, el ejemplo que pone el Departamento de Justicia de Estados Unidos como caso de corrupción es por demás desafortunado, ya que argumenta que funcionarios públicos recibieron coimas en el año 2007 y 2008, precisamente cuando Odebrecht fue expulsada del país”.
Es importante recordar que cuando se detectaron fallas estructurales en la planta hidroeléctrica San Francisco, Rafael Correa ordenó la expulsión de Odebrecht en septiembre de 2008, además, rescindió de todos sus contratos.
Para julio de 2010 la constructora brasileña regresó a Ecuador, después de aceptar arreglar la planta hidroeléctrica.
Seguidamente, participó en licitaciones de obras en donde la Controlaría General del Estado las ha auditado.
Fuente: La República