
Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, fue hasta la embajada de Cuba en Pyongyang para firmar el libro de condolencias por la muerte del líder comunista y cubano Fidel Castro. Además declaró tres días de duelo y luto nacional por quien consideraba su “compañero heroico”.
Según la agencia de noticias KCNA Jong-un plasmó textualmente en el libro: “A pesar del fallecimiento del destacado líder, su nombre y sus hazañas siempre serán recordados por todos nosotros. Sentimos dolor por la pérdida del gran compañero de armas”.
Este líder dijo que él y los coreanos sienten una “profunda pena” porque la muerte de Fidel Castro fue una “gran pérdida” para los ciudadano y para los gobiernos tanto de su país como el cubano.
A pesar que Castro se mantuvo por casi 50 años, viajó en una sola oportunidad a Corea del norte, mientras que ni Kim Il-sung ni su hijo sucesor, Kim Jong-il visitaron Cuba.
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La cabelliza coreana a penas se enteró de la muerte de Castro, envió un mensaje a la embajada cubana en donde calificó a Fidel como un “amigo cercano”.
Además dijo que confía ampliamente en que los “cubanos revolucionarios” van a superar el dolor por esa pérdida de su “distinguido líder” y podrán construir una sociedad ideal y próspera con su hermano Raúl Castro, a quien también le envió un mensaje de apoyo el pasado domingo.
Kim Jong-un no hizo acto de presencia en los actos fúnebres, pero envió una delegación a La Habana de altos funcionarios, como el miembro del politburó del Partido de los Trabajadores y considerado número tres del régimen, Choe Ryong-hae.
Fuente: El Nuevo Herald