El pasado jueves, el Ministerio de Salud de Chile (MINSAL), decretó alerta sanitaria por la cantida de basura en las calles en tres regiones: Santiago, Biobío y Valparaíso.
La entidad asegura que son toneladas de desperdicios las que están acumuladas e indica que se debe a una huelga que mantiene activa el sector público por demanda del aumento de los sueldos y que continuará por tres semanas más.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, en relación a la protesta que también afecta el sector sanitario, señaló que “Ojalá se deponga el paro, porque lo que nosotros estamos viendo es que lamentablemente esto está afectando a la gente que más nos necesita”.
El MINSAL argumenta que esa alerta se decretó para poder asegurar la continuidad de las atenciones en los establecimientos asistenciales. Con respecto a la región metropolitana de Santiago, el retiro de basura favorecería a casi siete millones de habitantes.
Estas huelgas se deben a la demanda que aplican los funcionarios que se congregan en la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) y exigen un reajuste del 7 % y otros bonos. A pesar de ello, el gobierno les ofrece solamente el 3,2 % y aseguraron que no la modificará por las condiciones económicas del país.
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Algunos de los servicios públicos necesarios interrumpieron parcial y completamente sus actividades después del inicio de esta huelga desde comienzos de noviembre. Hospitales y clínicas del Estado suspendieron 5.000 cirugías que ya estaban programadas. También 16.000 consultas que no fueron atendidas a nivel nacional porque el personal se encontraba en huelga.
Finalmente, Michelle Bachelet, la presidenta de Chile, solicitó a los empleados públicos que volvieran a sus actividades diarias, debido a la decisión del gobierno en la Cámara de Diputados de no aumentar el salario.
Fuente: DW