
En la costa de la región de Valparaíso en Chile se preparan con un simulacro de tsunami, que también se realiza en Japón, Indonesia y Hawai.
Según El Nuevo Herald, se podía observar a profesoras que dirigían a algunos niños de guarderías que se encontraban participando en esta actividad, agarrados como “gusano”.
Tenían una consigna principal que era que todas las personas que estuvieran a menos de 30 metros sobre el nivel del mar debían colocarse en resguardo al escuchar unas sirenas de alerta.
El gobernador de la región, Gabriel Aldoney Vargas, asegura estar consciente de que todavía existieron algunas fallas con este simulacro y dijo: “Hay que mejorar el sistema de comunicaciones a la comunidad, la señalética, no solo para informar a los ciudadanos locales sino a los turistas menos familiarizados con estos episodios de la naturaleza, así como mejorar la conexión con el resto de la región”.
Según varios medios de comunicación, la mayoría de las señalizaciones han desaparecido a causa del vandalismo.
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De las 500.000 personas que estaban llamadas a participar en esta región costera, azotada, igual que el resto del país, uno de los más sísmicos del mundo, por algunos de los terremotos más fuertes de los que hay registro, se sumaron solo 100.000.
Durante el simulacro varios establecimientos se mantuvieron abiertos, mientras que otros cerraron o bajaron sus puertas y el personal se quedó adentro. Todo parecía normal. Hasta los vendedores ambulantes siguieron continuaron con su actividad.
El gobernador aseguró que por lo menos 10 de los 200 colegios convocados, participaron.
El director de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (ONEIMI), Ricardo Toro, dijo que lo más importante, según él, fue que “hubo trabajo con las instituciones y comunidades”.
A través de una rueda de prensa afirmó que “Un simulacro suele resultar más difícil que un hecho real, porque en caso de terremoto la gente sabe lo que tiene que hacer”.
Agregó que van a seguir aplicando varios ejercicios para probar “todos los sistemas y sacar las conclusiones del caso. Hay que hacerlo porque es lo que nos permite salvar la vida de las personas”.
Fuente: El Nuevo Herald