En abril, se comenzó una investigación en el Doral en Miami, en donde los agentes federales pudieron destapar a una organización delictiva que operaba en la parte sur de Florida, cuyo objetivo era importar cocaína desde Panamá hacia los Estados Unidos según los documentos de la Corte Federal.
Esta investigación tenía en la mira a cuatro sospechosos, Rafael Castro, Francisco Soto, George Henry Eckardt y Roney Wendell Oliver. Tres fueron detenidos e instruidos de cargos y se han declarado inocentes; actualmente todos están a la espera de ser enjuiciados. Eckardt podría aún estar prófugo.
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La denuncia penal indica que en junio las negociaciones ya habían avanzado lo suficiente, ya que se encontraban en discusión de un posible precio de compra de cocaína, aproximadamente 2 millones de dólares por 80 kilos de cocaína. El informe indica que los acusados habían acordado previamente comprar la cocaína.
El comunicado indica textualmente: “El dinero estaba empacado en paquetes, algunos de los cuales estaban envueltos en papel de celofán verde”, dice la denuncia penal. “El CS inspeccionó visualmente el dinero, pero no lo contó”.
Una vez que el informante vio el dinero y lo tenía en sus manos se excusó de la reunión, salió de la oficina en Miami y llamó a la DEA, de acuerdo con la denuncia penal. En ese momento, los agentes de la DEA y otras fuerzas del orden entraron en la oficina y recibieron la autorización de los que estaban ahí para registrar el local, según la denuncia.
De las personas acusadas, no queda claro si Eckardt se encuentra bajo custodia, pero Oliver y Castro sí fueron detenidos en la oficina de Miami el pasado 23 de junio.
Fuente: El Nuevo Herald