English Mientras que los opositores denuncian las consecuencias de la acción ejecutiva que firmó el presidente de Estados Unidos Barack Obama el pasado 20 de noviembre, y llaman la atención sobre el flagelo de los inmigrantes ilegales en el país, las cifras dicen que el problema, en realidad, no es tan masivo como en los últimos años.

De acuerdo con el último estudio del Centro de Investigaciones Pew sobre la población de inmigrantes ilegales, un vistazo a los datos del censo en los últimos años revela un número récord de inmigrantes ilegales que están regresando de vuelta a su hogar, con o sin la ayuda del presidente.
Las estadísticas muestran un incremento en la cantidad de inmigrantes ilegales en siete Estados desde 2009, pero una disminución de esa población en 14 Estados. Una estimación del número de inmigrantes ilegales los sitúa en 11,2 millones, alrededor del 3,5% de la población de Estados Unidos.
Los Estados en los que se ha observado un mayor retroceso en la cantidad de inmigrantes indocumentados son California, Nueva York y Arizona.
“La caída en 13 [de los Estados] se debe a una disminución en el número de inmigrantes irregulares que provienen de México”, afirma el estudio de Pew.
La investigación fue realizada con datos obtenidos por la Oficina del Censo de Estados Unidos y distribuida de acuerdo con las cifras actuales de población.

La población de inmigrantes ilegales en California disminuyó en 90.000 personas durante los últimos tres años, mientras que en Nueva York la caída fue de 60.000. Los Estados con los mayores incrementos fueron Nueva Jersey y Florida, con el aumento de 75.000 y 55.000 inmigrantes, respectivamente.
Con solo unos pocos días para que finalicen las sesiones legislativas en el Congreso, es incierto si el poder legislativo intentará frustrar la reciente acción de Obama.
“Esta es una grave tropelía contra nuestra Constitución”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner (Republicano de Ohio) el martes en una conferencia de prensa en el capitolio. Boehner describió la acción del presidente de ofrecerle visas a los inmigrantes ilegales con hijo nacidos en Estados Unidos como “una grave amenaza a nuestro sistema de Gobierno”. “Y, francamente, tenemos opciones y facultades limitadas para tratar directamente con este tema”, agregó.
El plan propuesto por el presidente congela las deportaciones de los niños que han nacido en Estados Unidos y cuyos padres son inmigrantes ilegales. A ellos les ofrece la oportunidad de obtener una visa temporaria de trabajo.
De acuerdo con sitio web del Departamento de Seguridad Nacional, ello implicaría destinar más recursos federales para los inmigrantes involucrados en actividades criminales, en vez de realizar las habituales deportaciones.
Una de las disposiciones de la acción firmada por Obama proporcionaría mayor flexibilidad para los empleadores que buscan contratar trabajadores extranjeros cualificados, una decisión que está siendo analizada en tribunales.
Como informó Watchdog.org este martes, una corte federal admitió tratar un caso para desmantelar la extensión de las visas F-1 visas para trabajadores extranjeros altamente cualificados.
Este artículo fue publicado originalmente en Watchdog.org.
Traducido por Adam Dubove.