English¿Por qué será que la mención de la influencia de Cuba en Venezuela hace caer a las personas razonables en un estado de incredulidad?
Esta semana, Moisés Naím (exministro de comercio e industria de Venezuela y ex director ejecutivo del Banco Mundial) publicó un artículo en el Financial Times argumentando que “la enorme influencia que Cuba ha ganado en Venezuela es uno de los desarrollos geopolíticos más subestimados de los últimos tiempos”.
Compartí el artículo de Naím en mi cuenta de Twitter, entre muchos otros artículos que he publicado sobre la crisis que se desarrolla en Venezuela. Puede resultar curioso, pero ninguno de los artículos que he compartido sobre el estado de represión y censura del régimen venezolano ha suscitado tantas críticas por parte de intelectuales y medios de comunicación como los que llaman la atención sobre el rol de Cuba en la crisis venezolana.
Enormous influence of #Cuba in #Venezuela "one of the most underreported geopolitical developments of recent times" http://t.co/NZ6YICzTRb
— Victoria L Henderson (@vlhenderson) April 16, 2014
Un artículo que publiqué en Twitter hace algunas semanas sobre la conexión cubana en Venezuela, propició una serie de respuestas (algunas públicas, otras privadas) de personas sugiriendo que Cuba es una “cortina de humo” de la “extrema derecha” en Venezuela y América Latina en general.
En respuesta a mi tuit del reciente artículo de Naím, un distinguido reportero de Associated Press (apoyado por un reportero de Al Jazeera), respondió: “documentación/testimonio por favor”, aparentemente en referencia a la necesidad de fundamentar aun más la afirmación de Naím.
Que tan distinguido reportero me pidiera documentación a mí, en lugar de hacerlo a Naím, parecía un poco extraño. Tal vez el reportero estaba simplemente sorprendido de que un académico fuera de los enclaves de Miami y Washington pudiese emitir una opinión desfavorable respecto al régimen cubano.
En mi opinión, hay dos puntos debatibles respecto al artículo de Naím: uno es si de hecho Cuba juega un papel crucial en Venezuela o no; el otro es si ese rol ha sido subestimado por los medios (y este último, me parece, es el punto principal del artículo de Naím).
Con respecto al rol de Cuba en Venezuela, Naím cita a Juan José Rabilero, ex jefe de los Comités para la Defensa de la Revolución (CDRs) de Cuba. Los CDRs forman una red de vigilancia de vecindarios y recopilación de inteligencia, y fueron establecidos para asegurar la “vigilancia revolucionaria“: Fidel Castro, al implementar los CDRs en 1960, dijo “Se crearán batallones milicianos por todo el territorio cubano. Se seleccionará cada hombre para cada arma. Se dará una estructura a la masa de milicias para poder entrenar perfectamente a nuestras unidades de combate lo más pronto posible”.
Naím señala que Rabilero, durante un discurso en el estado venezolano de Táchira en 2007, confirmó la presencia de 30,000 cederristas (miembros de CDRs) en Venezuela. Hasta un escéptico aceptaría declaraciones sobre el rol de Cuba en Venezuela cuando estas provienen de funcionarios de gobierno, ¿no?
Adicionalmente, Naím reporta haber recibido información de un ministro de defensa latinoamericano que alega que el famoso servicio de inteligencia G2 de Cuba está activo en Venezuela. Esto concuerda con declaraciones de aliados pasados del expresidente de Venezuela Hugo Chávez, y con grabaciones secretas publicadas por la oposición venezolana.
Como he argumentado previamente, uno puede apoyar o oponerse a la presencia de Cuba en Venezuela, pero las razones para negar su existencia son escuetas.
Como mínimo, aquellos que alegan la intervención por parte del estado cubano en Venezuela señalan evidencias (soldados sobre el terreno) y testimonio (ver arriba). En el caso de las continuas alegaciones del gobierno venezolano sobre una intervención de Estados Unidos, podría decirse que la evidencia es menos tangible (nótese que no estoy desestimando la posibilidad, simplemente aludiendo a la demanda de pruebas planteada en el caso de Cuba).
¿Se puede traer a colación la historia del intervencionismo de Estados Unidos en asuntos latinoamericanos? Definitivamente. Pero si todo lo que se requiere para demostrar la intervención en la actualidad es una historia de la intervención pasada, entonces uno puede decir lo mismo de Cuba, que trató de fomentar el cambio de régimen en Venezuela (como en otras partes) a mediados del siglo veinte.
De nuevo, uno puede aprobar o rechazar la intervención extranjera, y es justo llamar la atención sobre las diferencias en la potencial capacidad de intervención de distintos actores. Pero eso es muy distinto a negar la existencia de la intervención en sí.
Con respecto a la cuestión de si el rol de Cuba en Venezuela ha sido reportado adecuadamente por la prensa norteamericana, esto puede ser corroborado empíricamente. Implicaría la construcción de indicadores cuantitativos para la evaluación, pero esto es ciertamente factible para cualquiera que disponga del tiempo necesario para la tarea.
Mi sensación —y estoy dispuesta a retractarme si algún estudio sólido demostrase lo contrario— es que mientras la mención de la “asistencia” cubana a Venezuela (doctores, trabajadores sociales, entrenadores, etc.) es bastante común en la prensa norteamericana, tanto las funciones indirectas cívico-militares como las directamente militares, y las funciones de inteligencia del estado cubano en Venezuela, han gozado, como sostiene Naím, de poca cobertura mediática.
Uno de los problemas para hacer llegar este tipo de información a la prensa, es que los regímenes totalitarios o con tendencias totalitarias tienen políticas de comunicación excesivamente iliberales. Hablar de protocolos de libertad de información en el contexto de Cuba o Venezuela es absurdo.
Estos protocolos sirven como un control imperfecto pero importante del poder en las democracias avanzadas. La existencia de iniciativas de libertad de información es un reconocimiento implícito de que bajo ciertas circunstancias, los gobiernos tienen un incentivo para ocultar (o por lo menos para no poner a disposición) información controversial. Esto aplica a todos los gobiernos, incluyendo a los de Cuba y Venezuela.
Cuando los académicos y periodistas empiezan a ignorar este hecho, deberíamos preocuparnos.
Nota del editor: ver “Lo que Implica Venezuela para Cuba, Opciones para Estados Unidos” (vídeo).