Esta semana he recibido incluso amenazas de muerte por asegurar que lo mejor para Colombia sería eliminar el salario mínimo. Mi comentario ha salido a propósito de una entrevista de Alberto Carrasquilla, quien muchos afirman será el próximo ministro de Hacienda. El economista aseguró que el salario mínimo en nuestro país está muy alto. Mi opinión es que sí, está muy alto, pero bajarlo no es suficiente, hay que eliminarlo si se quiere ayudar a los más pobres.
Y cuando digo que el salario mínimo está muy alto no me refiero a que sea siquiera cómodo vivir con 869.453 (salario mínimo con auxilio de transporte en Colombia). Es fácil ponerse de acuerdo en que se vive muy precariamente con esa cifra. Todos queremos que los pobres ganen más dinero. El problema y el desacuerdo está en la solución que se propone. Aumentar el salario mínimo parece lo más evidente para ayudar a los más pobres, pero tal idea no es más que un “regalo envenenado”.
El salario mínimo legal es la forma mediante la cual el gobierno hace ilegal trabajar por menos de determinada cantidad de dinero. En tanto que un empresario no le pagará a alguien más de lo que esta persona aporta al proceso productivo, si le prohíben contratar por menos de cierto monto, los más necesitados, los que tienen menos educación, los que no tienen experiencia, y que por lo tanto no aportan a la compañía ni siquiera la cifra impuesta como salario mínimo, quedarán condenados al desempleo.
Es necesario tener en cuenta que la ley de salario mínimo no puede obligar al empresario a contratar nuevo personal o a mantener a sus empleados. De modo que la propuesta que muchos hacen para eliminar la pobreza, aumentar el SMLV, no solo no resuelve el problema de los desempleados, sino que además perjudica a quienes habían conseguido un puesto, pero ante el aumento por ley del salario y en tanto que el empresario no puede costearlo, son despedidos.
Ahora bien, si a los políticos se les ocurriera mañana prohibir que aquellas personas que trabajan de manera independiente y que ganan menos de 869.453 puedan hacerlo, todos entenderíamos que es una locura. ¿Si le prohíben trabajar qué hará esa gente? Puede que nos parezca que la cifra es muy baja para vivir bien, pero, ¿cuál es la alternativa, condenarlos a la indigencia?
Bueno, exactamente eso es un salario mínimo, solo que la prohibición es para quienes trabajan en una empresa. Utilizando la lógica de quienes se oponen a eliminar el salario mínimo, diríamos lo siguiente para defender la prohibición a los independientes de trabajar si ganan menos de 869.453: “no es justo que gane tan poco, la solución no es que se regale por ese dinero sino educarlo”.
Por lo tanto le decimos a los más pobres que se mantengan en la indigencia y que esperen a que el Estado los eduque y ahí sí puedan trabajar, por ahora que mueran de hambre.
Escandaloso, ¿verdad?
Sin darse cuenta de lo que hacen, muchos condenan a los más pobres a la indigencia y les impiden trabajar.
Algunos de los que en un inicio se ofendieron con mi propuesta, luego entendieron lo que acabo de decir, con leyes no se crea riqueza y las alternativas son dos: condenamos a los más pobres a la indigencia y les decimos que esperen que ya va a llegar el Estado (pensamiento por lo menos iluso), o les permitimos trabajar y vincularse a empresas de modo que no solo no se mueran de hambre, sino que adquieran experiencia y tengan la posibilidad de avanzar en su vida profesional.
Pero luego viene otra duda a quienes no han escuchado anteriormente sobre este asunto. Si el salario es libre, ¿qué hace que los empresarios no se aprovechen y nos paguen una miseria?
El precio del trabajo se determina en el mercado del mismo modo que se fijan los precios de las mercancías. Cada empresario intenta contratar el trabajador que le cobre más barato dentro de los que ofrecen el servicio específico que él necesita. Sin embargo, otros empresarios buscan ese mismo tipo de trabajador, por lo que no puede ofrecerle cualquier cantidad, si le ofrece una por debajo de lo que otro empresario le pagará , ese empleado no aceptará su propuesta.
El límite máximo de lo que se le puede ofrecer al trabajador, como sueldo, depende del precio al que el empresario piensa que podrá vender el producto en cuya elaboración participa el empleado en cuestión. Por supuesto no pagaría más de lo que el trabajador aporta al proceso productivo.
El límite mínimo del salario, como ya lo dijimos, son las ofertas de los otros empresarios.
¿Un acuerdo entre los patronos para mantener bajos los salarios?
Supongamos que todos los empleadores de cierto sector se pongan de acuerdo para bajar el salario de sus empleados, de modo que obtengan una ganancia descomunal, es decir, disconforme con la efectiva estructura del mercado. Es ese caso, solo podrían lograr su cometido si tienen apoyo del Estado. Si el Gobierno impide la entrada de otros empresarios que actúen como competidores que demandan empleados.
Si el Estado no impide la aparición de nuevos empresarios o limita la operación de esa actividad de ese sector específico, lo que ocurrirá es que al haber tanta ganancia, porque se le paga poco a los empleados en relación con el precio final del producto, llegarían nuevos empresarios a ese sector, y para contratar a los empleados les ofrecerían más dinero, de modo que paulatinamente el precio del trabajo subiría hasta llegar al valor descontado de la productividad marginal.
Opera igual que en cualquier mercado, hay un número limitado de empleados y cuando la demanda sube el precio del trabajo aumenta.
Es decir, la puja entre los empleadores por la capacidad laboral encarece los salarios y terminará haciendo que sean iguales a la productividad marginal, que se le pague a cada trabajador lo que aporta a la empresa.
Todo lo que digo ya ha sido probado. En la siguiente gráfica se puede observar cómo países sin salario mínimo (color amarillo) tienen salarios medios más altos que aquellos que sí tienen SMLV (color rojo). Solo en un mercado intervenido por el Estado, en donde el Gobierno limite la actividad empresarial, se podría dar el caso de que los empleadores se pusieran de acuerdo y lograran pagar mucho menos de lo que el empleado aporta.
Muchos asuntos quedan por discutir respecto al salario mínimo. Acá he tratado solo lo correspondiente a la crueldad de tal ley y la razón por la que una vez eliminado el salario mínimo no veremos a los empleadores pagando sueldos que no correspondan a la estructura del mercado.