En Venezuela aumenta como nunca antes la detención de funcionarios de las Fuerza Armada en distintas partes del país, acusados de conspirar contra la dictadura de Nicolás Maduro.
La persecución que se viene dando en los cuarteles desde hace varios meses ha tomado ahora una fuerza nunca antes vista. Desde la semana previa a las fraudulentas elecciones presidenciales impuestas por Maduro el 20 de mayo, hasta hoy han sido detenidos 40 militares en distintas partes del país.
De acuerdo con abogados de la ONG Foro Penal Venezolano, a la mayoría de los detenidos se les imputó delitos contra el decoro militar y traición a la patria. Medios de comunicación nacionales e internacionales revelan que en el país se gesta un posible levantamiento militar contra la tiranía de Maduro y ante esta amenaza aumenta la detención de miembros de las Fuerzas Armadas. Lastimosamente, por lo menos por ahora, los militares disidentes no han logrado mucho.
De otro lado, las protestas en Venezuela ya pararon. Por cuenta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), de las multitudinarias protestas que vimos el año pasado ya no queda nada. Los jóvenes se dieron cuenta que no valía la pena dar su vida peleando por una causa que era sistemáticamente traicionada por los líderes de la MUD.
Y Mientras tanto, en Nicaragua la Conferencia Episcopal, que estaba mediando el diálogo entre la tiranía de Daniel Ortega y diferentes sectores de la sociedad, levantó la mesa de negociaciones.
El tirano de Nicaragua se negó a discutir una agenda que, entre otros puntos, propone adelantar para este año las elecciones presidenciales que se realizarían en el 2022. La iglesia, con toda razón, dijo que no cedería en ese punto y acabó el diálogo.
En la noticia del día de hoy analizamos lo que está ocurriendo en Nicaragua y en Venezuela, donde muchos han dejado incluso su vida intentado sacar al socialismo del poder. Analizamos lo fácil que es caer en el fango socialista y lo difícil que es salir de ahí.
En Venezuela aumenta como nunca antes la detención de funcionarios de las Fuerza Armada en distintas partes del país, acusados de conspirar contra la dictadura de Nicolás Maduro.
La persecución que se viene dando en los cuarteles desde hace varios meses ha tomado ahora una fuerza nunca antes vista. Desde la semana previa a las fraudulentas elecciones presidenciales impuestas por Maduro el 20 de mayo, hasta hoy han sido detenidos 40 militares en distintas partes del país.
De acuerdo con abogados de la ONG Foro Penal Venezolano, a la mayoría de los detenidos se les imputó delitos contra el decoro militar y traición a la patria. Medios de comunicación nacionales e internacionales revelan que en el país se gesta un posible levantamiento militar contra la tiranía de Maduro y ante esta amenaza aumenta la detención de miembros de las Fuerzas Armadas. Lastimosamente, por lo menos por ahora, los militares disidentes no han logrado mucho.
De otro lado, las protestas en Venezuela ya pararon. Por cuenta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), de las multitudinarias protestas que vimos el año pasado ya no queda nada. Los jóvenes se dieron cuenta que no valía la pena dar su vida peleando por una causa que era sistemáticamente traicionada por los líderes de la MUD.
Y Mientras tanto, en Nicaragua la Conferencia Episcopal, que estaba mediando el diálogo entre la tiranía de Daniel Ortega y diferentes sectores de la sociedad, levantó la mesa de negociaciones.
El tirano de Nicaragua se negó a discutir una agenda que, entre otros puntos, propone adelantar para este año las elecciones presidenciales que se realizarían en el 2022. La iglesia, con toda razón, dijo que no cedería en ese punto y acabó el diálogo.
En la noticia del día de hoy analizamos lo que está ocurriendo en Nicaragua y en Venezuela, donde muchos han dejado incluso su vida intentado sacar al socialismo del poder. Analizamos lo fácil que es caer en el fango socialista y lo difícil que es salir de ahí.