Ayer, 27 de junio, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó: “la paz es real e irreversible”.
En un acto en el municipio de Mesetas, en el Meta, se oficializó la supuesta entrega del 100 % de las armas de las FARC. Con el acto el Gobierno anunció que esa guerrilla deja de existir como grupo armado. Jean Arnault, jefe de la Misión de la ONU en Colombia, fue el encargado de dar el informe final, aseguró que se entregaron 7132 armas individuales y que se revisarán 942 caletas.
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El 31 de julio, cuando la ONU expida la certificación que confirme que las FARC entregaron la totalidad de sus armas, la guerrilla podrá formar su partido político. El 1 de agosto se acabarán las zonas veredales en las que hasta el momento se encuentran los guerrilleros y estos iniciarán procesos de capacitación y reincorporación a la vida civil. También en el mes de agosto se realizará el congreso de las FARC en el que definirán aspectos finales de su partido, como el nombre y quiénes serán los guerrilleros que ocuparán las 10 curules en el Senado.
Ante este panorama hay quienes creen que la paz llegó a Colombia. Otros, por el contrario, estamos convencidos que el acuerdo Santos-Farc no solo no trajo la paz sino que empeorará las cosas.
Acá expondré cuatro razones básicas por las que “desarme” de las FARC, del que no se permitió tomar fotos ni hacer vídeos, no significa la paz de Colombia.
- Incentivos
El nivel de violencia de una sociedad guarda una estrecha relación con el grado de impunidad que exista en la misma. Y si por algo se ha caracterizado el acuerdo Santos-Farc es por ser una feria de la impunidad. Por estos días los colombianos vemos asombrados como los más sanguinarios terroristas de las FARC están quedando en libertad por cuenta de lo pactado en La Habana. Pero no solo no pagan por sus crímenes sino que reciben recompensas.
Tendrán, por ejemplo, partido político propio con 10 curules asegurados en el Senado. Además, cada guerrillero recibirá ocho millones de pesos para un proyecto productivo y el 90 % de un salario mínimo mensual. En Colombia no solo no se castiga el crimen sino que se crean nuevos e increíbles incentivos para que la gente delinca.
Los colombianos nos tenemos que preguntar ¿por cuánto se desmovilizarán los guerrilleros del ELN? la respuesta no la sabemos, pero es claro que no lo harán por menos de lo que han recibido las FARC. Y era apenas de esperarse que ese grupo guerrillero, del que hace mucho tiempo no sabíamos nada, empezara a realizar, nuevamente, atentados terroristas como los llevados a cabo en los últimos meses. Tienen que hacer “méritos” para conseguir lo que los farianos ya obtuvieron e incluso más.
- Actividad del ELN, MRP, Bandas armadas
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, en los primeros cinco meses del 2017 ya se habían registrado el mismo número de desplazamientos ocurridos en todo el año 2016. Y según el Centro de Recursos para el análisis del Conflicto (CERAC) en el 63 % de los 759 municipios que registraron presencia violenta de las FARC, la violencia homicida se incrementó o se mantuvo igual.
¿Por qué sucede eso? Porque aún asumiendo que los guerrilleros de las FARC sí se han desmovilizado, a esas zonas, la mayoría llenas de cultivos ilícitos, han llegado nuevos grupos al margen de la ley, o se han quedado los mismos delincuentes y ahora actúan con brazaletes de otras bandas criminales.
Además, en gran parte gracias a los incentivos de los que hablaba anteriormente, a Colombia ha vuelto el terrorismo urbano. Hace unas semanas estalló una bomba en uno de los principales centros comerciales de la capital. Decir que llegó la paz o que terminó la violencia, en las zonas históricamente afectadas por el conflicto como el pacífico colombiano, es negar la realidad.
- Las FARC no se van a desmovilizar
“Tenemos claro algo: nosotros no nos vamos a desmovilizar, nos vamos a movilizar políticamente”: Timochenko
“Convoco a los guerrilleros a continuar la lucha porque nosotros no nos vamos a desmovilizar, vamos a transformarnos de una organización armada a una política, pero que seguirá luchando por los mismos objetivos”: Pablo Catatumbo
Lo han dicho ellos mismos, seguirán luchando por instaurar el socialismo en Colombia. Ahora desde el Senado, donde tendrán curules aseguradas, pero además con un partido político que tiene todo el dinero que el narcotráfico les ha dejado durante décadas y con el que podrán comprar los votos que necesiten en las zonas que históricamente han controlado.
- El verdadero nombre de la paz se llama desarrollo económico
Por estos días, y en gran parte gracias a la costosísima campaña mediática de Santos, muchos colombianos parecen creer que todo se trata de las FARC. Se nos han olvidado asuntos fundamentales como que en Colombia las empresas están huyendo por culpa de la alta carga tributaria. En nuestro país, quien decide invertir y arriesgarse para producir valor es castigado por el Gobierno, que le quita casi 70 por cada 100 pesos que gana.
La inestabilidad jurídica es otro de los puntos claves que espantan la inversión en el país. Por ejemplo, son ya varias las empresas de explotación minera a las que, por cuenta de consultas populares, se les han quitado contratos. No sé yo qué empresario quiera venir a invertir en Colombia cuando se acaba de firmar un acuerdo en el que se habla de expropiar la tierra cuando esta no cumpla una “función social” y en el que se espera redistribuir 3 millones de hectáreas de tierra cultivable.
Nuestro país tiene que, urgentemente, tomar el camino hacia el desarrollo económico, que no es otro que el liberalismo, porque, tal y como lo decía Pablo VI, desarrollo económico es el nuevo nombre de la paz.