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El pasado primero de mayo se celebró el tradicional día internacional de los trabajadores. Como es costumbre, en diferentes países se realizaron marchas, en su mayoría infiltradas por la izquierda. Durante las movilizaciones que se llevan a cabo ese día se realizan diferentes demandas y los sindicatos de trabajadores salen a hablar de supuestas “conquistas sociales”.
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Vacaciones pagadas, mayor contribución por parte del empleador a la seguridad social y una licencia de maternidad más extensa son algunos de las supuestos logros de la izquierda, que contrario a lo que se dice solo terminan perjudicando a los más pobres. Pero tal vez la más importante y conocida de sus denuncias es la que tiene que ver con el salario mínimo. Al respecto hablaremos en la videocolumna de hoy.
Es común escuchar demandas por un aumento del salario mínimo. La izquierda y los sindicatos suelen afirmar que sin un salario mínimo regulado los más pobres estarían cada vez peor. Sin embargo, casos como el de Suecia, donde no hay salario mínimo, nos demuestran la falsedad de esa afirmación. De otro lado, en lugares como Venezuela, en donde se cumplen todas las recomendaciones de la izquierda solo reina la miseria y la muerte.
En la videocolumna de hoy hacemos un análisis de las nefastas consecuencias que traen las supuestas “conquistas sociales”. La izquierda y los sindicatos continuamente afirman que luchan para mejorar la situación de los más necesitados. Sin embargo, en la práctica, lo que se puede ver en la realidad, es que sus consejos solo perjudican a quienes dicen defender.
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