Venezuela atraviesa uno de sus peores momentos. En medio de la brutal represión del régimen de Nicolás Maduro, millones de venezolanos siguen en las calles exigiendo su libertad, pidiendo que caiga el dictador. Las imágenes de la valentía del pueblo venezolano son inspiradoras. La semana pasada todos nos conmovíamos al ver a una señora de edad, cubierta con una bandera de Venezuela, intentando frenar el avance de una tanqueta. Vimos hacer lo mismo a un joven desnudo que mostraba una Biblia en su mano con la que intentaba protegerse de la balas de goma lanzadas por la guardia nacional venezolana.
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26 son los muertos que durante la jornada de protestas realizada la semana pasada cayeron a manos del régimen asesino de Nicolás Maduro. Los venezolanos han salido, día tras día, a mostrarle al dictador que, a pesar del hambre, la miseria y la humillación a las que son sometidos ,siguen en pie para exigir libertad. Cualquier persona con un mínimo de sensatez y compasión por el prójimo se siente conmovida por la situación de los venezolanos. Sin embargo, hay quienes, a pesar de la impactante situación que atraviesa el país suramericano, siguen defendiendo el socialismo del siglo XXI y las ideas que promulgaba Hugo Chávez.
La pregunta que nos hacemos en la videocolumna de hoy es ¿qué tiene que suceder para que la izquierda internacional reconozca el fracaso de sus ideas? Habría que preguntarle a quienes siguen defendiendo el socialismo por qué afirman defender al necesitado y sentir empatía por el menesteroso, cuando evidentemente la “mejor” respuesta que vemos de la izquierda internacional ante la dictadura en Venezuela es un silencio cómplice y repudiable. Al parecer a la izquierda solo le importan los muertos causados por la derecha, y el hambre y la miseria de quienes sufren el socialismo les tiene sin cuidado.