El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ha decidido declarar en desacato a la Asamblea Nacional y por lo tanto expropiarla de sus funciones legislativas. El TSJ se ha otorgado a sí mismo el poder para realizar las funciones de la Asamblea.
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Desde hace ya bastante que los venezolanos viven en una dictadura, sin embargo, con esta nueva medida, que no es más que la oficialización de la dictadura, Maduro ha decidido asumir los costos políticos y la presión internacional que se le vendrá encima , con tal de quitarse una piedra en el zapato.
La desobediencia civil en Venezuela es bastante alta, el descontento no para de crecer y la gente cada vez está más dispuesta a salir a las calles y pelear contra la dictadura. Maduro y sus funcionarios han decidido, aunque les va a traer mayor presión internacional, expropiar de sus funciones a la Asamblea y así acabar de concentrar todo el poder.
Si bien ya había pasado antes que el Tribunal Supremo de Justicia había declarado en desacato a la Asamblea Nacional, esta seguía cumpliendo sus funciones. Por ejemplo, para pedir prestamos a organizaciones internacionales la Asamblea debía aprobarlo. Y desde luego era la Asamblea la encargada de legislar. Ahora, sin esa piedra en el zapato, Maduro y sus funcionarios podrán actuar sin restricción alguna.
En nuestra videocolumna de hoy hablamos de la decisión tomada por el TSJ, que no es más que una medida propia de los peores regímenes dictatoriales, y que representa para los venezolanos un campanazo de alerta. Es ahora o nunca, si en este momento los venezolanos no unen sus fuerzas para salir de la dictadura, lo más probable es que terminen camino a ser lo que es hoy Cuba: un país lleno de esclavos resignados.