En Colombia, según el Gobierno, ya estamos en posconflicto. Para Juan Manuel Santos, y sus funcionarios, a Colombia ya llegó la paz. Sin embargo, Amnistía Internacional ha dicho esta semana que “el conflicto armado en Colombia sigue tan vivo como siempre“. Y es que los cientos de miles de colombianos que viven en las zonas más afectadas por la violencia no notan diferencia alguna entre antes, cuando no se había firmado el acuerdo Santos-FARC, y ahora cuando supuestamente ya llegó la paz al país.
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Como lo advertimos muchos de los que nos opusimos, desde un inicio, al acuerdo firmado entre la cúpula de las FARC y el Gobierno colombiano, los territorios que han sido abandonados por los integrantes de esa guerrilla ahora están siendo ocupados por miembros de otros grupos al margen de la ley. Los terrenos cultivables, así como las rutas para sacar la droga, evidentemente no se iban a quedar en el olvido, nuevos bandidos llegarán a ocuparlas.
¿La firma de un acuerdo entre la cúpula de las FARC y el Gobierno hace que estos terrenos sean menos deseables para los narcotraficantes? ¿La demanda de drogas disminuye porque el presidente Santos se siente a dialogar con los guerrilleros? La respuesta, a las dos preguntas, es “no”. Por lo tanto, cómo es que hay colombianos que esperaban que después de dicho acuerdo las zonas afectadas por el conflicto se convirtieran en territorios de paz.
En nuestra videocolumna de hoy hablamos al respecto. Colombianos que ahora no son extorsionados por las FARC, sino por las autodefensas u otros grupos al margen de la ley. ¿Es esa la “paz” de la que tanto nos hablaron?
En la videocolumna del PanAm Post analizamos los últimos acontecimientos del mundo iberoamericano desde una óptica liberal. Es presentada por Vanesa Vallejo, economista, miembro del Movimiento Libertario colombiano y columnista del PanAm Post.