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Barack Obama, el Expresidente de los Estados Unidos, es un hombre lleno de carisma, increíblemente habilidoso para comunicar y expresarse en medios de comunicación. De otro lado, Donald Trump, el nuevo mandatario, es conocido por su incongruencia y su falta de tacto a la hora de expresarse, de ahí que no le caiga muy bien a muchos.
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El gran carisma de Obama, además de su habilidad para comunicarse, ha hecho que el ex presidente de los Estados Unidos logre terminar su mandato presidencial sin que la prensa y la opinión publica le cobren sus grandes errores. Por estos días, la socialdemocracia en pleno, y la izquierda, se escandalizan por la ampliación del muro que planea hacer Trump, mientras que al tiempo alaban a Obama y siguen refiriéndose a él como si desconocieran que es el presidente con mayor número de deportaciones de la historia reciente de ese país.
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La doble moral de la izquierda no tiene límites. Mientras condenan a Trump por pretender ampliar el muro en la frontera entre México y Estados Unidos, aplauden a Obama cuando termina con la política de “pies secos, pies mojados”. Sin embargo, hay quienes siguen a Obama y lo tienen en buena estima porque efectivamente la prensa internacional no está muy interesada en sacar a la luz los errores del líder de la socialdemocracia, de modo que muchos no conocen las verdaderas cifras del gobierno del saliente presidente.
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