La senadora Claudia López, del Partido Verde, quien hace poco dio a conocer su candidatura a las próximas elecciones presidenciales que se realizarán en Colombia, es una conocida activista LGTBI. Su lucha por la aprobación del matrimonio homosexual, así como por la adopción por parte de parejas del mismo sexo, la ha catapultado como una de las más importantes líderes de los colectivos LGTBI.
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La senadora López, en gran medida por su orientación sexual, parece que entiende, por lo menos a grandes rasgos, la importancia de frenar al Estado e impedirle que se meta en la vida privada de las personas. Sin embargo, como es característico de la izquierda, al tiempo que le exige al Gobierno que no se meta en su cama, le pide que se meta en la cocina y en el bolsillo de todos los colombianos.
Claudia López parece entender la importancia de las libertades individuales pero no la de las libertades económicas. Hace unas semanas en Colombia se debatía una reforma tributaria que consideraba ponerle IVA a las bebidas azucaradas. La senadora, que le pide al Estado que se aleje de sus relaciones personales, fue una de las más arduas defensoras de la medida que buscaba que los políticos castigaran a los colombianos por tomar gaseosas.
En nuestra videocolumna de hoy hacemos un análisis de las incongruencias de la senadora Claudia López, que son comunes en la izquierda, y que la llevan a considerar al Estado un mal para algunas cosas, pero un papá protector que debe decirnos lo que ponemos en nuestra mesa.
En la videocolumna del PanAm Post analizamos los últimos acontecimientos del mundo iberoamericano desde una óptica liberal. Es presentada por Vanesa Vallejo, economista, miembro del Movimiento Libertario colombiano y columnista del PanAm Post.