El pasado 4 de enero Nicolás Maduro eligió un nuevo vicepresidente para Venezuela. Tareck El Aissami, que hasta la semana pasada era el gobernador del estado de Aragua y quien se ha destacado por ser uno de los dirigentes más duros del chavismo, ahora es el segundo hombre al mando del país con la mayor inflación del mundo.
Pero El Aissami no solo es conocido por ser un chavista radical, como él mismo se denomina, sino también por sus nexos con el narcotráfico. En el 2010 el narcotraficante venezolano Walid Makled, el tercer hombre más buscado por la DEA para ese momento, confesó que había hecho negocios con el hermano del nuevo vicepresidente de Venezuela.
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El Aissami para esa época era el titular de relaciones interiores y estaba encargado de coordinar las tareas de los cuerpos de seguridad del estado de Aragua. Y según las declaraciones de Makled, el tercer narcotraficante más buscado por la DEA, le pagaba al hermano del nuevo vicepresidente, con el objetivo de que manipulara a la policía y le permitiera realizar sus negocios con tranquilidad.
En nuestra videocolumna de hoy hacemos un breve resumen del historial del nuevo vicepresidente de Venezuela, que además de sus vínculos con el narcotráfico se le ha asociado con el grupo terrorista Hezbolá.
En la videocolumna del PanAm Post analizamos los últimos acontecimientos del mundo iberoamericano desde una óptica liberal. Es presentada por Vanesa Vallejo, economista, miembro del Movimiento Libertario colombiano y columnista del PanAm Post.