EnglishMuchos no lo saben, o muchos lo han olvidado, pero este 15 de diciembre en la provincia de Entre Ríos, Argentina, podría cambiar el curso económico de Bolivia. Es muy probable que allí se concrete la incorporación del país como miembro pleno al Mercado Común del Sur (Mercosur).
Surgen dos preguntas: ¿Qué es y que hace verdaderamente el Mercosur? Y la segunda, ¿cuál es la conveniencia para Bolivia de adherirse a este bloque regional?

Para responder al primer planteo debemos echar un vistazo a quienes lo integran: Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela. No por nada algunos le llaman “El club de amigos socialistas del siglo XXI”. Este grupo se crea en 1991 con el Tratado de Asunción, para lograr una integración económica subregional donde exista una zona de libre comercio, un Arancel Externo Común (AEC) y la vigilancia de los derechos humanos, la democracia y el desarrollo sostenible. Incluso han dicho demagógicamente alguna vez que su fin es ser como la Unión Europea.
En papel suena muy bonito, sin embargo en la práctica sus propósitos no se cumplen. En lugar de montar una zona de libre comercio, cada país miembro se ha inventado las medidas proteccionistas no arancelarias más absurdas de la historia, camufladas bajo exigencias sanitarias o técnicas, licencias previas de importación en el país de destino y tremendas dificultades para efectuar los pagos. Lo invito a tratar de exportar azúcar al Brasil u oleaginosas a Argentina si piensa que existe una zona de libre comercio en el Mercosur.
En lugar de montar una zona de libre comercio, cada país miembro se ha inventado las medidas proteccionistas no arancelarias más absurdas de la historia
Por otro lado, han dejado de lado los principios bajo los que se conformaron, pues adhirieron al bloque a Venezuela, sin siquiera esperar los 6 meses mínimos requeridos y a sabiendas de las atroces violaciones a los derechos humanos que sucedían en dicho país, además de la tiranía de Hugo Chávez en detrimento de la democracia. Sin embargo, este club de socialistas no podía estar completo sin su “ejemplar líder y comandante”.
Exportaciones bolivianas
Abarcando ahora la segunda pregunta, debemos comparar en primer lugar las exportaciones de Bolivia a los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y a los países del Mercosur.
Según los últimos datos del 2014 del Instituto Nacional de Estadística, hasta septiembre, las exportaciones de productos no tradicionales a los países miembros de la CAN (Ecuador, Colombia y Perú) totalizaron casi US$1,1 mil millones. Estas mismas exportaciones a los países miembros del Mercosur, es decir, sin contar la minería y el gas, ascendieron a $137 millones, lo que significa solo el 2,76% de las exportaciones al Mercosur.
Esto se debe a que la producción de Bolivia es complementaria a los países miembros de la CAN, caso contrario con el Mercosur, donde nuestra producción es prácticamente homogénea.

Hecha ya esta comparación, podemos profundizar en un segundo aspecto que tampoco nos favorece: el Arancel Externo Común (AEC), un alto impuesto a las importaciones del exterior del Mercosur, como ser bienes de capital, tecnología y demás insumos necesarios para el desarrollo de pequeñas, medianas y grandes empresas.
Esta adhesión al Mercosur no tiene ninguna conveniencia para Bolivia, puesto que no se trata de un verdadero bloque de integración económica. Esto es simplemente poner como carnada el futuro de la producción oriental boliviana en un mar donde los grandes tiburones, Brasil y Argentina, pueden engullirla fácilmente.
Por otro lado, esta adhesión es una estrategia política para implantar una hegemonía de pensamiento en el Cono Sur de América Latina y por supuesto, uno de los tantos deseos de nuestro presidente Evo Morales de seguir acumulando millas con viajes innecesarios pagados por los ciudadanos, priorizando así sus caprichos a costa de la prosperidad del boliviano.