EnglishDicen que la política y la economía son como el hombre y la mujer: distintos, pero van de la mano. En el caso de los estudiantes de economía de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG) el primero fue el obstáculo del segundo. Lo que debía ser un evento idóneo para realzar la imagen de la universidad, el V Encuentro Nacional de Estudiantes de Economía (VENEE), organizado por estudiantes de la carrera de Economía para el aprendizaje de los mismos, fue una odisea.
De acuerdo a la información aportada por la coordinadora del evento, Guiovana Pizarro, el encuentro tenía el propósito de dar prestigio a la UNERG y aumentar su competitividad en cuanto a las universidades autónomas de Venezuela. “Quitarle un poco esa imagen chavista”, alegó la joven estudiante del último semestre de Economía.
“Nuestra propuesta fue razonable, mejorar los jardines de la facultad nosotros mismos, pintar la sala de conferencias donde sería el evento y cambiarle las cortinas, poner en orden todo para obtener la aprobación para realizar el VENEE”, dijo Guiovana.
“Pero incluso después de haber hecho lo acordado por nuestra parte, la rectora llamó al comité organizativo del evento dos días antes del mismo para comunicarnos que no contáramos con el apoyo de nuestra casa de estudios, y que no teníamos permitido hacer uso de los salones acordados para el encuentro”.
Según las autoridades de la UNERG, la razón predominante para tal rechazo fue la falta de organización. No obstante, los coordinadores del evento estaban enfocados en la búsqueda de patrocinantes, así como en la preparación del evento en general, ya desde el año pasado.
De acuerdo a fuentes extraoficiales, la verdadera razón era de índole política. Mas allá de una supuesta desorganización, las autoridades universitarias consideraban que el evento a realizarse durante los días 24, 25 y 26 de septiembre no iban a ser más que actos subversivos en contra de las ideologías del Gobierno venezolano.
Al parecer esto sería un menoscabo de las autoridades universitarias dirigido principalmente hacia los estudiantes cuyas facultades no se identifican con el Gobierno. De acuerdo a las quejas de otros miembros del comité organizador, los estudiantes de la facultad de medicina de la UNERG sí disponen del apoyo del rectorado al momento de realizar actividades académicas.
Lo admirable es que el grupo de jóvenes universitarios y futuros economistas no se amedrentaron ante las dificultades impuestas por la rectora Arisela Medina, y aun teniendo el tiempo en contra, consiguieron sostener el evento para el día pautado en el Auditorio Juan Germán Roscio, a pesar de que este también pertenece al ente gubernamental Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES).
Por paradójico que parezca, asistieron más estudiantes de Economía de otras universidades autónomas que los mismos estudiantes locales, y esto no se debía a falta de interés, sino debido a ciertas tácticas de mala fe empleadas por las autoridades universitarias. El rectorado, en un nuevo intento de boicotear el VENEE, decidió que sería propicio sostener otro encuentro de índole económico paralelo al VENEE, organizado por ellos mismos dentro de la universidad. La razón es más que obvia: opacar el encuentro V Encuentro Nacional de Estudiantes de Economía.
Una universidad en las sombras
La UNERG se ha considerado “chavista” y “revolucionaria” desde hace muchos años. Por ende, recibe con mayor facilidad los fondos necesarios para sustentarse, en comparación con las universidades autónomas. Pero en un país en donde la corrupción es técnicamente el pan de cada día, la UNERG no es una excepción. De realizar actividades en pro del Gobierno, hasta incluso cambiar el pensum de estudio de algunas carreras como en el caso de Derecho —la cátedra de Derecho Romano no se imparte por ser considerada “de burgueses”—, la UNERG no es la prestigiosa universidad de los llanos que solía ser.
La UNERG también presenta una problemática que es un factor común en el resto del país: inseguridad desenfrenada. Por mas terrorífico que parezca, muchos estudiantes de la universidad están conscientes de que en cualquier momento puede entrar al aula un delincuente a mano armada y despojarlos de sus pertenencias. Esto ocurre con relativa frecuencia dentro del campus universitario.
Este mismo año ocurrió un hecho que consternó tanto a los estudiantes como al personal docente: el secuestro y violación a una profesora de la facultad de medicina dentro del propio campus universitario.
Lo que aumenta en dicha de casa de estudios no es precisamente la seguridad, sino la indignación. La universidad que era motivo de orgullo en los llanos centrales venezolanos no ofrece la misma calidad educativa que en décadas pasadas, y la verdad es que tampoco disfruta de una buena reputación a nivel nacional, a parte de ser excesivamente politizada. Una universidad que se ha vuelto la sombra de lo que solía ser.
Nota del Editor: el autor de esta nota prefirió guardar el anonimato.