English El salario promedio con el cual se inició la promoción de graduados universitarios en 2013 fue de US$45.259 al año según la Asociación Nacional de Universidades y Empleadores. Si bien esos ingresos son ciertamente suficientes para sobrevivir, un estudiante que se graduó en 2013 debe en promedio US$35.200 en préstamos estudiantiles. Por otro lado, el crecimiento salarial promedio es de apenas un 2,4% y apenas mantiene el ritmo de la inflación anual del 2,1%. Con estos desalentadores datos en mente, los jóvenes necesitan comenzar a mirarse frente al espejo y preguntarse si la universidad es realmente lo correcto para ellos.

Los padres han estado predicando por décadas a sus hijos que la universidad es la clave del éxito. Sin embargo, esta verdad de Perogrullo debe ser más matizada en nuestro orden económico mundial que recompensa al emprendimiento y a aquellos dispuestos a tomar riesgos. Esta nueva era de emprendimiento ha inspirado a mucha gente joven a convertirse en dueños de empresas. Algunos millennials (Generación Y) están recibiendo ofertas por miles de millones de dólares. Son los casos de Evan Spiegel, el CEO de 23 de años de Snapchat, o Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, y ambos abandonaron la universidad. Otro hecho aterrador para tener en mente es que la mitad de los graduados universitarios terminarán trabajando en puestos que ni siquiera requieren un título, tirando años, y miles de dólares en deuda, a la basura. Hay mejores alternativas.
Organizaciones como Praxis, un programa de educación alternativo a la universidad que enseña a los jóvenes habilidades para emprender, ha generado una alta demanda tanto de jóvenes como de empresarios. Praxis conecta a jóvenes millenials emprendedores y motivados con empresas que buscan talento joven —no necesariamente con un título— para una pasantía de 10 meses. No debería sorprender que este modelo funcione. Los empleadores mencionan la experiencia como un aspecto de mayor valor e importancia en el curriculum vitae que un título, incluso de una universidad de élite.
No todo el mundo está destinado a ser emprendedor. Pero incluso los menos inclinados a convertirse en uno no necesitan sentirse condenados a la universidad y a una deuda agobiante. Hay muchas carreras que no requieren un grado universitario y aun así ofrecen salarios atractivos. Los tasadores de seguros, examinadores e investigadores, por ejemplo, no requieren de ello.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales, las tres ocupaciones ofrecen un ingreso de $59,850 y el 10% más exitoso puede ganar hasta $89,810. Estos no son trabajos raros ni únicos que sólo pocos individuos sin un título universitario pueden conseguir. Los operadores de plantas nucleares ganan un salario promedio de $67,230, mientras que los supervisores de turno ganan un promedio de $85.785 y hasta $103.399 al año. Hay docenas de ejemplos relacionados a empleos que no requieren un grado universitario para ganar un salario de más de $58.000 al año.
Las deudas pueden tardar años y hasta décadas en ser pagadas. La experiencia laboral sólo llega a ser más lucrativa y valiosa con el tiempo. Si un joven decide unirse a la fuerza laboral de inmediato en vez de ir a la universidad, y es lo suficientemente inteligente a la hora de invertir su dinero, él bien puede sacar provecho de muchos años extras de interés compuesto. Aprender cómo invertir dinero y realmente tener el dinero para invertir a la edad de 20 años, y no a los 30, puede representar una diferencia de cientos de miles de dólares. Esto significa que el no ir a la universidad puede ser la decisión más inteligente, incluso a largo plazo.
La decisión que tienen que enfrentar los millenials es una muy difícil. Por una parte, ellos pueden seguir los consejos de sus padres, y ser otro joven más con una hoja de papel en sus manos, la esperanza de conseguir un empleo, y una sofocante cantidad de deudas. O pueden ir en contra de las expectativas sociales de ir a la universidad por cuatro años o más, y empezar a ganar dinero y años de experiencia laboral. Una tercera opción podría ser correr el riesgo y convertirse en un emprendedor, o aprovechar los programas de educación alternativos como el de Praxis.
Los padres de los millenials necesitan entender que la economía moderna no es lo que solía ser. Ir a la universidad no garantiza mucho en el mercado laboral de hoy día. Si quieres sobresalir, haz lo que Robert Frost escribió una vez y toma los caminos menos transitados. Porque el camino principal está lleno de deudas, estrés, y promesas vacías.