
La gira por Latinoamérica del presidente Vladimir Putin refleja un regreso al foco tradicional de la política exterior de Rusia hacia la región, con el hecho de perdonar casi US$32.000 millones de deuda cubana.
¿Qué hay detrás de la jugada de Rusia con la deuda cubana? Putin afirmó que se trata de un paso “estratégico” entre viejos amigos para rescatar “terreno perdido”. Proveniente de un Convenio Intergubernamental acordado en octubre del año pasado, la ley, que condona el 90% de la deuda cubana contraída durante la época soviética, es una medida “sin precedentes”, según el mandatario ruso.
Cuba fue —durante la Guerra Fría— un “país bisagra” entre el bloque Soviético y el llamado Tercer Mundo, explicó a BBC Mundo el analista Arturo López Levy de la Facultad de Estudios Internacionales Joseph Korbel en la Universidad de Denver. Ahora, para la Federación de Rusia —en un contexto distinto— Cuba de nuevo puede tomar el papel de eje clave en América Latina, según López Levy.
El monto total de esta deuda —por encima de los US$35 mil millones— es “enorme”, enfatizó Putin, quien además calificó como “únicas” las relaciones entre Moscú y La Habana, las cuales se fundamentan en una “larga tradición de amistad inquebrantable”. Durante su entrevista a Prensa Latina e Itar Tass en vísperas de partir para Cuba, la primera parada en la gira que incluyó Nicaragua, Argentina y Brasil, Putin también afirmó que esta decisión “demuestra el carácter estratégico de las relaciones bilaterales”.
Según el Dr. Oscar A. Echevarria, esto no es algo nuevo, sino un hecho “pragmático” de Rusia. Desde 1996, el alivio de deuda ha sido promovido por la Iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, notó el reconocido autor con un doctorado en economía de la Universidad de Georgetown. Hasta la fecha, los esquemas de reducción de deuda bajo la PPME han sido aprobados para 35 países, de los cuales 30 están en África y 5 en América Latina: Haití, Honduras, Guyana, Bolivia y Nicaragua. Estos países cuentan con US$75 mil millones para aliviar el servicio de la deuda en el tiempo, señaló Echevarria en una entrevista por correo electrónico.
Moscú está intercambiando una deuda con “muy pocas” probabilidades de ser recuperada por una mayor influencia política en Cuba y hacia la región, apuntó Echevarria.
Un análisis publicado por de la Comisión Europea revela que la Federación de Rusia actualmente no figura dentro los cinco primeros socios comerciales de Cuba. Venezuela encabeza la lista seguida por la Unión Europea, China, Canadá y Brasil, en una situación muy distinta a la de antes del cierre de la Guerra Fría, cuando los vínculos con la entonces Unión Soviética (USSR) representaban el 85% del comercio exterior y el 35% del producto interno bruto (PIB) de Cuba.
Con la disolución de la USSR en 1991, la deuda de dicho país quedó congelada y la Cuba castrista —sin su padrino soviético— sumida en una severa crisis económica. Recién en el año 2000 se pudo controlar la economía cubana mediante acuerdos para el suministro de petróleo venezolano en condiciones favorables, negociados entre el exlíder cubano Fidel Castro y el difunto presidente venezolano Hugo Chávez.
Los Castro han manejado Cuba por más de medio siglo desde la revolución comunista encabezada por Fidel. Su hermano, Raúl, asumió el mando en el 2008 y ha buscado diversificar la economía cubana como contrapeso a los crecientes problemas económicos y conflictos políticos dentro su principal benefactor, Venezuela.
El año pasado Cuba recibió entre 70.000 a 80.000 barriles diarios de petróleo, según El Nacional. Esto significó una reducción de entre el 23% y 32% de parte de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) con relación a los 104.000 barriles diarios que se exportaron durante 2012, explicó el periódico caraqueño de acuerdo a las cifras señaladas en febrero por el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, quien es a su vez presidente de PDVSA.
Avalada el 4 de julio por la Duma (Cámara Baja de Rusia), ratificada el 9 de julio por el Consejo de la Federación (Cámara Alta), y ya firmada por el presidente ruso, la ley deja un restante de 10% que se cancelará durante 10 años mediante pagos semestrales iguales. Este monto será “justamente” invertido en Cuba en proyectos “significativos” que “nosotros con el gobierno de Cuba planificamos elegir y concretar,” indicó Putin.
Desde La Habana, el líder ruso prometió ayudar a “nuestros amigos cubanos” en superar el “ilegal” bloqueo comercial, económico y financiero impuesto por Estados Unidos desde 1960, mientras que el presidente cubano agradeció la decisión sobre la deuda como “una muestra más y nuevamente” de la gran generosidad de Rusia hacia Cuba.
La afirmación de que el saldo de la deuda se reinvertirá en Cuba significa que La Habana “aplicará sus pagos internamente a los proyectos elegidos por la Federación de Rusia”, explicó Echevarria. El primer pago está previsto para el mes de octubre para ser abonado en una cuenta especial del banco estatal ruso Vnesheconombank en el Banco Nacional de Cuba, reportó Bloomberg News.
En total hubo 10 pactos de cooperación bilateral firmados durante la visita de Putin a la nación isleña, incluyendo acuerdos entre las compañías petroleras estatales rusas Zarubezhneft S.A. y NK Rosneft S.A. con su contraparte cubana, Cupet, para la exploración de nuevos yacimientos petrolíferos en la plataforma marina de Cuba.

Las más recientes cifras presentadas por la Administración de Información de Energía del EE.UU. calculan que Cuba tiene 124 millones de barriles de reservas de petróleo crudo, pero según el Wall Street Journal las actividades de exploración costa afuera en aguas profundas cubanas han tenido “resultados infructuoso” para las empresas petroleras PDVSA, la brasileña Petrobras, la española Repsol S. A. y Petronas de Malasia. El reporte además nota que Zarubezhneft decidió aplazar operaciones hasta este año debido a “dificultades técnicas durante la perforación”.
Rusia también resaltó que está trabajando hacia la instalación de infraestructura terrestre del sistema de navegación GLONASS en la isla para “para suministrar productos, servicios y tecnología en el campo de la teledetección de la Tierra y de las telecomunicaciones de satélite,” según la red de noticias rusa RT.
El jefe de estado ruso culminó su gira por Latinoamérica en Brasil asistiendo los días 15 y 16 de julio al sexto foro de la alianza de las cinco economías emergentes Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, conocido como BRICS. Putin junto con sus homólogos de estos países lograron sus objetivos principales: el tratado para el Nuevo Banco de Desarrollo y el delineamiento del Acuerdo de Reserva de Contingencia. Con estos fondos multilaterales que suman a US$200.000 millones, los líderes del BRICS buscan dejar de lado el “imperativo del dólar”, según Julio Cesar Pineda, analista en derecho internacional y exembajador de Venezuela en el Medio Oriente.
Llama la atención que durante el segundo día del foro, entre los jefes de estado que llegaron como “invitados”, estuvo Nicolás Maduro de Venezuela, quien recibió en Brasilia la afirmación rusa de una nueva línea de crédito para su gobierno junto acuerdos para nuevas inversiones petroleras rusas en Venezuela.
Hay que “recuperar” la presencia de Rusia en América Latina, que es una región “extremadamente interesante y llena de perspectivas”, enfatizó Putin al terminar su gira de seis días. Sin embargo, informaciones de un pacto entre Moscú y La Habana para la reapertura de la base de inteligencia radioelectrónica militar en Cuba cerrada desde el 2001, dio pie a un repudio de parte del mandatario ruso. “Rusia es capaz de resolver las tareas de capacidad defensiva sin renovar el uso del centro de Lourdes.”
La visita de Putin a Cuba, dijo López Levy, forma parte de una estratégica rusa más dinámica hacia América Latina “motivada por la búsqueda de nuevos balances en el equilibrio de poderes, ante los problemas que Rusia está experimentando en su vecindad”.
Estos han aumentados tras la anexión de la península ucraniana de Crimea en marzo este año, la cual ha sido condenada por las Naciones Unidas.
Sin duda, la reciente tragedia del derribo del vuelo MH17 de Malasia Airlines sobre territorio del Este de Ucrania —donde murieron 298 personas de 11 países— ha agravado la oscura percepción de la política exterior rusa con Ucrania. A la defensa de sus amigos en Moscú, Fidel Castro desde La Habana, por supuesto, salió incriminando al gobierno de Petro Poroshenko en Kiev con esta “acción antirrusa, antiucraniana y proimperialista”.