EnglishUn hombre que se identificó como venezolano confesó a través de la red social Reddit haber seguido y posteriormente asesinado (a golpes) a un sujeto que presuntamente secuestró y estuvo a punto de violar a su prometida.
Afortunadamente la mujer escapó de la escena de violencia y no sufrió consecuencias físicas, a pesar de que el criminal intentó herirla de bala. Pero su salvación no fue suficiente para su novio. En la publicación, que titula “I killed a man” (Maté a un hombre), del 30 de mayo pasado, relata que el delincuente secuestró a su novia dentro de su automóvil mientras la apuntaba con un arma. Condujo 10 minutos y la llevó a un callejón de una zona popular (no especifica la ciudad).
El autor del post acudió a la policía, cuyos funcionarios le pidieron una cantidad asombrosa de dinero para investigar al malechor. Además le dijeron que como no llegó a violar a su novia, si lo detenían, saldría a la calle en un par de días.
Gracias a la ayuda de Windows Phone, asegura, rastreó la ubicación del celular de su pareja, encontró al presunto criminal y junto a unos amigos emprendió la búsqueda de la justicia que el Estado venezolano le negó.
Lo localizaron, y tras secuestrarlo con su propia arma, el autor lo mató con repetidos golpes con una herramienta de su automóvil. Algo que según él mismo declaró, “no se puede perdonar y no estaría orgulloso si su hijo lo hiciera”.
En el relato asegura que aunque “estuvo mal”, ha debido dispararle en vez de haberlo asesinado de forma tan brutal. Todo esto a pesar de que el presunto criminal confesó el robo y aseguró que solo quería “asustar” a la chica cuando le pidió que se desnudara.
En la corta publicación (que tiene más de 480 comentarios y un 80% de aprobación de los lectores) el autor reconoce que se sorprendió de su capacidad asesina, y que tras el asesinato lo invadió una sensación terrible de que se había desquitado con su víctima por todos los males que ha vivido en Venezuela durante los últimos años.
Ser robado dos veces a la semana, no encontrar papel higiénico, harina, azúcar, los cortes de agua, los cortes de energía, ser robado por policías que no ganan suficiente dinero, todo sucede aquí en Venezuela. Eso me estresa y me hace sentir mal porque todo lo descargué con él. Eso me hace sentir aun peor. Algunas personas aquí dicen ‘qué bien por ti, yo habría hecho lo mismo’, pero apuesto a que no lo hubiesen hecho. Tienes que vivir aquí, bajo estas circunstancias, para estar verdaderamente al nivel de hacer este tipo de cosas. Me disculpo si esto asquea a algunos de ustedes, a mí también me da asco lo que hice.
La serie de comentarios que siguen a su publicación refleja solidaridad y sorpresa. La gente se alarma de manera en que se vive en Venezuela, pero la mayoría de los participantes lo apoyan y respaldan el asesinato de este hombre ante la impunidad del sistema penitenciario del país.
Su confesión evidencia la situación de anomia que sufre la sociedad venezolana como consecuencia del colapso del sistema judicial. El hecho relatado no puede ser comprobado y no cuenta con validez periodística, pero todos los venezolanos que apoyan al autor del post con sus comentarios confirman que no se trata de algo anormal en el país, aunque reconozcan su carácter macabro.
Otro hecho reciente, ocurrido este lunes, también lo demuestra. En Las Mercedes, una zona comercial de Caracas, un hombre asesinó a tiros a un motorizado que intentó robarle un reloj marca Rolex.
Ningún camino conduce a la Justicia
Tal y como lo dice el supuesto homicida confeso en la red social, lo ocurrido no es una forma válida de hacer justicia. Pero el Poder Judicial tampoco ofrece alternativas satisfactorias, de acuerdo a una encuesta liderada por Yorelis Acosta, psicóloga social y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Central de Venezuela, que indica que 89,3% de las personas cree que en Venezuela no se hacen juicios justos, 88,7% cree que la justicia se compra, y 86,3% sabe que puede transgredir la norma porque no será sancionado.
Acosta ha insistido en sus investigaciones que cuando se percibe que el Estado y sus autoridades no trabajan de acuerdo a las normas establecidas, y por el contrario se observan situaciones de injusticia, el colectivo tenderá a desobedecer el sistema normativo o a dejar de creerle.
En El Peso de la Ley, un artículo publicado en la edición de abril de la revista SIC, Acosta resalta que de los resultados de la encuesta se deduce que entre los sentimientos de los ciudadanos hacia el sistema legislativo predominan la indefensión, la desconfianza, la ansiedad y la desprotección.
Para la investigadora social, la transgresión del sistema normativo está relacionada a la falta de legitimidad de las instituciones y sus autoridades, y no es una práctica que suceda en un grupo reducido de la población, sino todo lo contrario.
(…) hemos perdido el concepto de lo que es la ley y su eficacia. Lo anterior es un buen ejemplo cotidiano, pero sin duda podría explicar buena parte de lo que acontece: La presencia de grupos armados y guarimberos sin obediencia y sin temor a las leyes y sus consecuencias, los altos índices de criminalidad, y la toma arbitraria de justicia por parte de algunos ciudadanos que sienten sus derechos violados ante lo que perciben es la indiferencia del sistema normativo y las leyes.
Este fenómeno, que viene fraguándose desde hace décadas, cuestiona la estabilidad del modelo gubernamental actual y su eficacia en cuanto al desarrollo social de Venezuela. La pregunta que queda es cuál es el punto de inflexión de las autoridades y en qué momento reconocerán la destrucción que sus políticas han causado en Venezuela.