Ya llegamos a octubre. Y si ya son seguidores de esta columna, ustedes saben sobre la sorpresa de este mes. Efectivamente, estamos en 2020 y cualquier cosa puede suceder. Y es más, creo que nadie esperaba que el mes comenzara con esta noticia: el mismísimo presidente Donald Trump, el líder del mundo libre, se contagió de coronavirus.
Según los informes de la Casa Blanca, el presidente fue infectado a través de una de sus asesoras principales, Hope Hicks, durante viajes y eventos de campaña. Dos días después, tanto el mandatario como la primera dama darían positivo. Entonces, como una “medida precautoria” luego de una consulta médica, Donald Trump fue transportado en el helicóptero presidencial, Marine One, hacia el Hospital Militar Nacional Walter Reed. Allí, le fue suministrado un nuevo tratamiento de anticuerpos nombrado Regeneron.
Horas después se confirmó que varios allegados al presidente también dieron positivo para COVID-19. Entre ellos, varios senadores que estuvieron cerca del mandatario, su exjefa de campaña y una de sus asesoras principales, Kellyanne Conway; el exgobernador de Nueva Jersey y también asesor del presidente, Chris Cristie, al igual que la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
Mientras tanto, en su cuenta personal de Twitter, Trump envió mensajes de agradecimiento y apoyo a sus seguidores y a todo el personal del Hospital Militar.
Este domingo, mientras el presidente publicaba uno de los videos en su cuenta -donde declaraba de pie, en su habitación del hospital, que “ha sido un viaje muy interesante. Aprendí mucho sobre el COVID”- salió en una sorpresiva caravana hacia las afueras del complejo hospitalario. Quería saludar a más de un centenar de seguidores que se encontraban allí con banderas de apoyo al mandatario desde su llegada a este centro asistencial.
Muchos analistas políticos cuestionaron la acción del presidente alegando que Trump estaba dispuesto a poner en peligro a su personal.
Judd Deere, asistente especial al mandatario le comunicó a la prensa que “se tomaron las debidas precauciones en la ejecución de este movimiento (la caravana) para proteger al presidente y a todos los que lo apoyan, incluido el PPE (equipo de protección personal). El movimiento fue autorizado por el equipo médico como seguro”.
Partes médicos
Más temprano en el día, el equipo médico del presidente dio a conocer que el nivel de oxígeno en sangre bajó repentinamente dos veces en los últimos días y que le administraron un tratamiento con esteroides, generalmente recomendado para los pacientes muy enfermos. En su primera alocución de la mañana, los profesionales habían eludido preguntas de los periodistas sobre exactamente cuándo bajo el oxígeno en la sangre de su paciente, o si los escáneres pulmonares mostraron algún daño, algo que había ocurrido también el día anterior.
Los doctores también informaron que la salud del inquilino de la Casa Blanca se encontraba mejorando y que podría ser dado de alta el lunes. De hecho, el comandante de la Marina de los Estados Unidos y doctor principal del mandatario, Sean Conley, había comentado anteriormente que los especialistas usaban un enfoque de “múltiples puntas” para tratar al presidente. Conley explicó el domingo que se incluía el esteroide dexametasona, en respuesta a las dos caídas del nivel de oxígeno en la sangre de Trump.
La campaña de Trump desde el Hospital Militar
A pesar de que el presidente Trump se encontraba internado en el hospital, siguió en compañía de su equipo de campaña recaudando fondos a través de las redes sociales. Por otra parte, la campaña del exvicepresidente Biden decidió eliminar todos los comerciales que enviaban un mensaje negativo después de la confirmación del diagnóstico del presidente.
Sin embargo, un creciente número de demócratas instaron a que la campaña de su candidato reanude la publicación de los anuncios de ataques contra Donald Trump. Los demócratas argumentan que su candidato no debería ceder a menos de cuarenta días de las elecciones presidenciales. Ni estando el jefe de Estado norteamericano hospitalizado.
Muchos alegan que la campaña demócrata debe continuar adelante con el mensaje que le ha ayudado a proporcionarle una ventaja al vicepresidente. De hecho, la campaña Trump-Pence ha continuado con los anuncios de ataques en el aire.
“El COVID-19 va a estar aquí por un largo tiempo”
Recientemente, en una entrevista con el PanAm Post, tuvimos la palabra de Donna Shalala, exsecretaria del departamento de Salud y Servicios Humanos durante la administración del entonces presidente Bill Clinton y actual congresista demócrata representando el Distrito 27 de Florida. Ella sostuvo que lo que debe haber en estos momentos es un trabajo en conjunto entre ambos partidos.
Shalala usó de ejemplo la propuesta bipartidista en la que, junto a Mario Diaz-Balart han luchado por la implementación del Estatus de protección temporal (TPS por sus siglas en inglés) para los venezolanos. Al respecto, añadió que “cada vez que puedo, he cruzado el pasillo para presentar leyes con los colegas”.
La congresista, quien laboró como profesora y también fue presidente de Hunter College, rectora de la Universidad de Wisconsin-Madison y subsecuente presidente de la Universidad de Miami, indicó que “el COVID-19 va a estar aquí por un largo tiempo. Tenemos que tener mucha precaución para proteger a nuestros hijos y a quien nuestros hijos pudieran contagiar, por ejemplo, si asisten a la escuela muy pronto”.
Al ser electa en 2016 para ocupar un cargo en la Cámara Baja, Shalala se convirtió en la miembro de mayor edad de la clase de primer año del 116º Congreso. Actualmente pertenece al poderoso Comité de Reglas de la Cámara Baja y del Comité de Educación y Trabajo y se encuentra luchando por su relección en Florida.
La representante habló sobre la lucha de la mujer y la igualdad en el servicio público y expresó que “no tenemos suficiente minoría representándonos, no tenemos suficientes mujeres representándonos. Las mujeres son la mitad de la población de los Estados Unidos y no somos la mitad en el Congreso”
Por muchos años, ambos partidos se han atacado mutuamente afirmando que no representan a las mujeres o las minorías. Shalala expresó su deseo al PanAm Post: “Quiero que ambos partidos sean representaciones del país. No creo que seamos una nación si existe la diversidad en un partido y no en el otro”.
Al enfrentarse a la periodista y ahora candidata por el Partido Republicano, María Elvira Salazar, afirmó que aunque recientemente fue respaldada por el expresidente Obama, su decisión de optar por la candidatura vino de una “experiencia personal” y por no estar en total acuerdo con su administración durante el anuncio de las relaciones con el régimen de Cuba.
“Odio las dictaduras y lo que los comunistas han hecho en Cuba y en Venezuela. El desastre de los socialistas en Nicaragua también. Esto no solamente para los ciudadanos de esos países, sino en Miami”, aseveró Shalala.
Venezuela: “Maduro se tiene que ir”
La congresista se refirió también al régimen venezolano y aseguró que Nicolás Maduro debe irse. “He estado al lado de mis colegas republicanos y demócratas en al sur de Florida, me he comprometido, he sido muy clara en que haremos todo lo posible” para que tenga lugar el escenario que plantea.
Para ello, Shalala avaló “la creación de una coalición internacional” para tratar de resolver la situación en Venezuela. Propuesta que ha sido traída a la mesa de manera incesante por varios actores políticos dentro del Gobierno interino presidido por Juan Guaidó.
Para finalizar, la congresista caracterizó de “cínico” al presidente Donald Trump porque, en su opinión, se ha negado a la aprobación del TPS para los venezolanos. Agregó que probablemente ocurra el día antes de las elecciones presidenciales.
No obstante, seguimos a la espera de cómo el mes de octubre nos sigue sorprendiendo… Manténganse atentos.