Con la llegada del presidente interino Michel Temer a la presidencia de Brasil, el Gobierno de ese país anunció que revisará su postura diplomática en relación con los países gobernados por la izquierda de la región, es por ello que en los próximos días se revisarán los términos en los que se firmaron convenios con Bolivia, según lo anunció el vicepresidente de Asuntos Exteriores y de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, Luis Carlos Auli.
El funcionario indicó que pondrá en la agenda de discusión la transparencia de los acuerdos firmados con Bolivia y los países de corte socialista durante las gestiones de Luis Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff. Auli señaló que hay dudas relacionadas con el presunto financiamiento que hicieran los exmandtarios del Partido de los Trabajadores (PT) a los gobiernos de la izquierda de América Latina y a dictaduras africanas.
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los analistas políticos de la región señalaron a los medios locales que el anuncio de Auli sólo es colocar “la cereza en el pastel”, en vista de la evidente relación que hubo entre el Gobierno de Brasil en la época de Lula da Silva y su homólogo Evo Morales, por ejemplo.
“Me parece absolutamente muy sensato que revise lo que hay y se reestablezcan las relaciones a nivel mucho más institucional”, señaló a los medios Diego Ayo, uno de los analistas políticos consultados por el diario El Día de Bolívia.
El funcionario brasileño no dio detalles sobre cuáles serían los contratos a revisar por parte de las autoridades, firmados durante la era Lula – Evo, pero advirtió que el aspecto más sensible sería la nacionalización de dos refinerías (Guillermo Elder Bell-Santa Cruz y (Gualberto Villarroel-Cochabamba), cuyos procesos estuvieron a cargo de Petrobras y habrían sido autorizados directamente por Lula, y que se habría llevado a cabo en junio de 2007, después de una toma militar y por las que sólo se pagaron US$ 112 millones, que fueron convenidos en dos cuotas.
Ericka Brockmann, otra analista consultada por el medio boliviano considera que el anuncio hecho por las autoridades brasileñas no resulta sorpresivo, pues el nuevo Gobierno de Brasil ha dado señas de claras de que habrá un giro diplómatico con los Gobiernos de izquierda de la región.
“Pasa que en los últimos años, en los gobiernos progresistas, se ha relajado demasiado la práctica de la fiscalización. Entonces no es de extrañar que ahora Brasil encare su política externa de esta manera. Y Bolivia debería estar absolutamente segura de que va a haber una gestión distinta de Gobierno en Brasil”, declaró Brockmann.
Finalmente, el politólogo Carlos Cordero expresó a la sociedad oliviana que debe ser comprensiva con Brasil, que busca que se esclarezcan los parámetros en los que hicieron ciertas negociaciones durante las dos gestiones previas a la asunción de Michel Temer, pues sólo se busca esclarecer los hechos de corrupción.
“No será extraño que esas investigaciones vayan a tener ramificaciones hacia Bolivia. En ese ámbito, el presidente (Evo Morales) debe ser mucho más cauteloso de lo que es. Amerita ser más prudente, incluso guardar silencio ante los problemas internos de cada país”, recomendó el analista,
Fuente: El Día.