Sólo los jueces de Guatemala podrán autorizar a los adolescentes menores de 16 años a contraer matrimonio, gracias a la reforma del Código Civil de ese país. La decisión fue anunciada este jueves, después que el Congreso debatieras las reformas del texto legal que habían sido planteadas por organizaciones sociales y por la Unicef, desde el 21 de enero de 2014 y llevada al pleno por las diputadas Mirma Figueroa, Sofía Hernández y Ana Guzmán, según reportaron los medios de ese país centroamericano.
Además, el ente legislativo estableció que a partir de ahora la edad mínima para los enlaces civiles, tanto en hembras como en varones, sin el consentimiento de sus padres, será a partir de los 18 años.
De acuerdo con el nuevo texto legal, además de fijarse la edad mínima, se anexó la excepción de que los jueces, previa evaluación de las condiciones en las que se vaya a llevar a cabo la unión, y una entrevista con el o la contrayente, podrán autorizar los matrimonios adolescentes. Anteriormente, sólo bastaba que los padres de los jóvenes dieran su consentimiento para que se concretara el enlace civil.
“Sabemos que no necesariamente la ley hará la diferencia y cambiará la práctica, pero por eso se debe hacer un gran esfuerzo en difundirlo, porque sabemos que aunque antes la edad mínima para contraer matrimonio eran los 14 años, y ya había niñas de hasta 10 años contrayendo, la modificación por sí sola no es suficiente”, expresó María Machicado, representante de ONU Mujeres en Guatemala.
El cambio dentro del Código Civil -que databa desde 1800- fue aprobado por 87 de los 107 legisladores de Guatemala, después de un par de horas de debate.
Machicado recordó que de acuerdo con las estadísticas que maneja el organismo que ella representa, entre 2009 y 2013, las autoridades guatemaltecas registraron más de 4 mil matrimonios de niñas menores de 14 años.
“Evidentemente que el cambio del límite de edad es una mejora. Lo que nos preocupa es que se mantenga la excepcionalidad de que todavía se pueden casar antes de los 18 años, siempre que lo autoricen los padres y ahora un juez. Lo que buscamos es que ese límite también se lleve a los 18 años, y ahí estaremos más tranquilos”, comentó la experta a PanAm Post.
Uno de los diputados que votó a favor de la reforma fue Lionel Lira, quien señaló a las agencias informativas que la decisión servirá para romper con una tradición equivocada. “Esto evitará los embarazos en adolescentes, implica que las relaciones sexuales con menores sean consideradas una violación e incluso, se evitará el comercio de niñas”, dijo el parlamentario.
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Según Juan Quiñonez, quien es especialista en política social de la Unicef en Guatemala, las estadísticas oficiales de ese país dan cuenta de que cada año se registran por lo menos 4 mil enlaces civiles de niñas de 15 a 19 años, y 73 mil entre niñas de 10 a 19 años.
“No basta sólo con que se haya reformado la Ley. Tenemos que invertir para que esas niñas se queden en las escuelas, para que tengan un proyecto de vida y cambiar paradigmas socioculturales que le otorgan estas responsabilidades a las niñas, porque ven en el matrimonio la única manera de surgir”, dijo la representante de ONU Mujeres.
Machicado explicó que en los trabajos con las comunidades, las niñas manifiestan su inconformidad con la decisión de casarse tan jóvenes, obligadas por sus padres. “Sobre todo las niñas indígenas, ellas te lo dicen, que no se quieren casar, que quieren terminar la escuela, eso es un anhelo. Creemos que en la medida que se interprete y se entienda por qué es tan importante dar estos cambios, y por qué se prohíben estas uniones tan tempranas, la sociedad mejorará”, expresó.
La lucha de las organizaciones de defensa de derechos humanos de Guatemala para velar por la reivindicación de los derechos sociales de las mujeres y adolescentes es de vieja data. Estas organizaciones lograron en 2012 que se reformara un artículo de Código Penal que establecía que en caso de violación, si el victimario se casaba con la víctima la persecución penal quedaba completamente extinguida. También, en 2009 se logró que fuera aprobada una Ley contra la violencia sexual, la explotación sexual y la trata de personas.
Para Machicado es importante que en paralelo a la reforma legal, es necesario trabajar en función de cambiar las expectativas en relación con estas niñas y sus posibilidades de surgir, o la necesidad de emanciparse. “Por lo general, estos matrimonios se dan con personas mucho mayores que ellas, entonces tenemos niñas que se quieren emancipar de los padres y terminan en estos matrimonios, dominadas por otra persona. Eso debemos cambiarlo”, señaló la representante de ONU Mujeres.