Dos hombres que se trasladaban en una motocicleta asesinaron el miércoles al mediodía al abogado Francisco Palomo, cuando transitaba en su automóvil por la zona 9 de la ciudad de Guatemala, según reseñaron medios internacionales.
La víctima, de 63 años, era el defensor del expresidente de ese país, Efraín Ríos Montt, quien todavía espera por la realización de un nuevo juicio en el que se le procesará por la muerte de al menos 1.700 indígenas durante su Gobierno, entre 1982 y 1983.
El asesinato de Palomo se da en medio de la grave crisis política que vive Guatemala, en la que sus ciudadanos han salido a la calle a manifestar y a solicitar la renuncia del presidente de ese país, Otto Pérez Molina, debido a los escándalos de corrupción que fueron sacados a la luz por parte del Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la impunidad.
El abogado penalista también participó en la defensa del expresidente Alfonso Portillo, a quien también señalaron de estar implicado en hechos de corrupción durante su gestión, entre 2000 y 2004, y que recientemente regresó a Guatemala, después de pagar condena en Estados Unidos, donde lo juzgaron y condenaron por peculado y lavado de dinero, en una corte de Nueva York.
De acuerdo con los reportes de los medios de comunicación, Palomo iba en un Audi negro que terminó estrellándose en un árbol, con la víctima adentro, después que este perdió el control por las heridas que sufrió. El jurista había salido de su bufete con destino a su casa para almorzar. Los sicarios lo interceptaron y comenzaron a dispararle a dos cuadras y media del edificio donde tenía su despacho.
Cuando los paramédicos llegaron al lugar de los hechos ya la víctima había fallecido. Señalaron que había recibido entre 17 y 21 impactos de bala, y que un motorizado había tratado de auxiliarlo, pero ya no había nada que hacer.
Otro motorizado, que fue testigo de lo ocurrido, dijo a las autoridades que la persona que disparó tenía puesta una gorra negra, mientras que el conductor de la motocicleta llevaba puesto un chaleco color naranja.
De inmediato los cuerpos de seguridad de Guatemala cercaron el área para tratar de dar con los responsables del crimen, pero no tuvieron éxito.
40 años de trayectoria
Francisco Palomo era un reconocido abogado en Guatemala, por la carrera que desarrolló a lo largo de los últimos 40 años, en casos de gran impacto en la vida política de ese país.
En el caso del general Ríos Montt, la justicia guatemalteca lo había sentenciado a cumplir una pena de 80 años por genocidio en 2013, pero esa condena fue anulada y se esperaba que en enero de 2015 se iniciara un nuevo juicio.
Entre los casos en los que trabajó la víctima se incluye el del exministro de Interior de Guatemala, Carlos Vielmann, quien fue acusado de cometer ejecuciones extrajudiciales durante su gestión.
Reacciones
Al lugar donde quedó el vehículo de Palomo y su cadáver llegaron de inmediato comisiones de los bomberos, quienes procedieron a identificar a la víctima, mientras llegaba la policía de Guatemala.
Al conocerse la noticia de quién era la persona que había sido asesinada, de inmediato se presentaron en la escena del crimen abogados y diversas personalidades de la vida política del país centroamericano, como la hija del ex presidente Efraín Ríos Montt, Zury Ríos, quien es ahora candidata presidencial.
La política manifestó su rechazo a lo ocurrido y ofreció todo su apoyo a los familiares de Palomo que también llegaron al lugar de los hechos.
La ministra de Interior, Eunice Mendizabal, aseguró a los medios que el hecho no podía atribuirse a la delincuencia común e informó que se constituyó un equipo de expertos que trabajará en la identificación de los autores materiales e intelectuales del asesinato de Palomo. “Fue un ataque directo”, dijo la funcionaria en sus declaraciones.
Otros medios señalaron que un investigador del Ministerio Público, que prefirió mantenerse en el anonimato, habría sugerido que en el crimen podrían estar implicadas al menos 10 personas, quienes habrían estudiado los movimientos del abogado desde que salió de su despacho, para poder dar información tan precisa a los sicarios que actuaron.