Mencionábamos como a pesar de la miseria en la que vive el pueblo venezolano, el régimen se ha dedicado a exportar a base de cocaína la “revolución” narco guerrillera por Latinoamérica de la mano de las FARC, algo que al parecer estaría logrando de la mano de ciertos aliados.
En el caso salvadoreño, el padrino político del presidente de ese país, Nayib Bukele, aunque él ha negado toda vinculación, es José Luis Merino, quien funge como el hombre de los terroristas de las FARC en El Salvador y también líder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) conocido partido de izquierda de dicho país.
Sobre este tema ya hay varias investigaciones abiertas. Recientemente, el American Enterprise Institute (AEI) presentó al Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos un informe en el que señala que el régimen chavista en Venezuela continúa influyendo sobre el Gobierno de El Salvador y que Bukele guarda relación “con algunos de los más preocupantes criminales de la región”.
Menciona que el máximo mandatario de El Salvador, conocido por su cariz dictatorial, ha sido acusado de “entablar lazos con estructuras criminales internacionales”.
La brisa bolivariana billonaria en El Salvador
“El rápido descenso hacia el autoritarismo venezolano fue fortificado por la construcción de un red multimillonaria de corrupción lanzando hilos hacia la región con líderes amigos, élites económicas y organizaciones criminales. Primero Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro han logrado crear una red de corrupción disfrazándola con un cariz de solidaridad regional y desarrollo económico”, afirma el informe.
De este modo, también el experto en crimen organizado del AEI, Ryan Berg, afirmó que Bukele tiene relación con “criminales preocupantes” en la región. Berg narró al Senado estadounidense la forma cómo Alba Petróleos, una empresa que es 60 % de una filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA), usaba sus ganancias para financiar campañas políticas, en territorios como El Salvador.
“Millones de dólares han desaparecido de Alba Petróleos operando como una subsidiaria salvadoreña del monopolio petrolero venezolano, PDVSA. Mucho de este dinero ha ido a parar a campañas políticas, proveyendo financiamiento ilícito, fundiendo la actividad criminal con la política en El Salvador”, añade.
Sobre Merino, el padrino de Bukele
En el artículo “Para lograr la paz verdadera en Colombia, vayan tras el dinero de las FARC”, publicado en la revista Foreign Policy, escrito por José Cárdenas, exasistente interino para Latinoamérica de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional durante la administración del presidente George W. Bush, también se apunta a José Luis Merino, quien estuvo de vicecanciller para la Inversión y Financiamiento para el Desarrollo, como el hombre de las FARC en El Salvador.
De la misma forma, el 29 de junio de 2016, el senador estadounidense Marco Rubio declaró durante una sesión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos que Merino es el encargado de lavar dinero de las FARC y ser el traficante de armas.
“Este tipo (José Luis Merino) es de primera categoría, un lavador de dinero de clase mundial, traficante de armas de las FARC… ¿Por qué este tipo no es sancionado?”, se preguntó Rubio.
Durante la sesión, Rubio también cuestionó la gestión de Obama por no combatir a aquellos políticos vinculados con casos de corrupción y su posible relación con casos de drogas y tráfico de armas en Venezuela, El Salvador, Haití y Colombia.
Merino es investigado por tráfico de armas y drogas desde 2014.
Las FARC no tienen derecho sobre su dinero escondido en el extranjero
Cárdenas fue muy incisivo cuando publicó su artículo. Allí puso un semáforo en rojo para alertar sobre lo que las FARC podrían hacer luego de ser legalizadas. Tristemente es el libreto que hoy vemos en Colombia.
“Sin embargo, una preocupación del pueblo colombiano que no ha recibido la atención adecuada no es solo la legalización de las FARC como partido político, sino que se estima que tiene más de 10000 millones de dólares escondidos en bancos extranjeros.
Algunos colombianos temen que las FARC usen esos fondos acumulados ilícitamente para replicar el libro de jugadas de Hugo Chávez: comprar apoyo y sobornar a las instituciones democráticas hasta que, voilá, los colombianos despierten un día bajo el pulgar de un movimiento ideológico autoritario dedicado a reprimir la disidencia y redistribuir la riqueza por la fuerza.
Volvamos a Bukele
Ante la tensión que genera un personaje como Nayib Bukele, la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) le ha propuesto una batería de reformas legales para prevenir su corrupción, garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de funcionarios.
En concreto, la CICIES apunta hacia reformas a la Ley de Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios y Empleados Públicos, el Código Penal y el Procesal Penal, así como a la Ley contra el Lavado de Dinero y Activos.
Además de ello, se tiene la mira puesta en una reforma o derogación a la Ley del Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres, a la Ley de Ética Gubernamental y a la Ley Especial de Extinción de Dominio y de la Administración de los Bienes de Origen o Destinación Ilícita.
La triste ingenuidad de quienes hablan de Maduro
Mientras unos se burlan del “millones y millonas” de Maduro, pensando que es un verdadero idiota, y miran para otro lado, él no ha dejado de apalancar a las izquierdas en Latinoamérica, incluidas por supuesto a las armadas.
Lo que Maduro está logrando es expandir la revolución castrochavista a unas dimensiones únicamente soñadas por Fidel, que en la posteridad le pueden traer grandes réditos económicos. Países como Colombia pueden ser fácilmente devorados por la revolución, rápidamente, eso sí, porque este país no es la Venezuela petrolera que se encontró Chávez.