Los principales aliados del régimen de Nicolás Maduro apuestan a una victoria de Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos. El candidato demócrata se ha rodeado de los líderes de la izquierda más radical, convirtiéndose en la mejor opción para ciertos regímenes del mundo.
El rol de Irán, Rusia y China
Esta semana se conoció que estos dos países habrían intentado influir en la opinión pública para favorecer a Biden y perjudicar a Donald Trump; una evidencia real de que por alguna razón la izquierda mundial prefiere que en Estados Unidos ganen los demócratas.
De acuerdo con el Director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, Irán había enviado específicamente correos electrónicos “falsificados” a los estadounidenses” diseñados para intimidar a los votantes, incitar a la agitación social y dañar al presidente Trump”. Dijo que tanto Irán como Rusia buscaron “comunicar información falsa” para sembrar confusión y caos e intentar socavar la democracia estadounidense. “Tenga la seguridad de que estamos preparados para la posibilidad de acciones de aquellos que son hostiles a la democracia”, agregó.
Por su parte, el director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de EE.UU., Bill Evanina aseguró que Irán “busca socavar las instituciones democráticas de Estados Unidos, al presidente Trump y dividir al país antes de las elecciones”. Y acotó que la motivación del régimen está impulsada por la percepción de que una eventual reelección de Trump significaría la continuidad de la presión de la Casa Blanca para lograr un cambio político en Irán.
Y según reseña la BBC, expertos de Microsoft afirmaron que los hackers que están intentando espiar a figuras clave de la elección estadounidense están vinculados con Irán, Rusia y China
Venezuela y Cuba
Al igual que Irán, el régimen de Nicolás Maduro apuesta a lograr una derrota de Trump. Considera que con Biden en la Presidencia bajaría la presión y se reducirían las sanciones contra la tiranía. Si bien el candidato demócrata ha asegurado que Maduro es un dictador, ha demostrado también que no está a favor de las sanciones implementadas por el actual Gobierno de Estados Unidos, que lograron la reducción de los ingresos económicos al régimen.
Por otro lado, el Gobierno republicano sostiene una postura de “máxima presión” frente a Venezuela, con una batería de medidas para intentar un cambio político en Venezuela, sin Nicolás Maduro, pero no hay resultados hasta ahora. La gestión de Donald Trump ha dejado grandes evidencias de lucha frontal contra los regímenes socialistas y autoritarios como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua mientras que Biden se rodea de los más socialistas de EE.UU. y deja huellas de haberle sonreído a líderes corruptos y de izquierda.
Expertos aseguran que, de ganar Biden, la política de Estados Unidos hacia Venezuela cambiará. En vez de aplicar medidas más contundentes para lograr la caída del régimen, apostará por el estancamiento de la presión y otorgará el beneficio del TPS (Estatus de Protección Temporal) para los venezolanos.
Al mismo tiempo, impulsará el acercamiento a Cuba. En este sentido, Diego Arria, exrepresentante permanente de Venezuela ante la ONU, manifestó a France 24 que “Los comentarios de Biden (…) nos preocupan mucho, porque Cuba es la verdadera potencia dominante en Venezuela”. “Controla sus servicios de inteligencia, seguridad e incluso fuerzas militares, así como la política exterior, por lo que debe quedar claro para todos que abrir puertas a Cuba significaría cerrar puertas a la libertad en Venezuela”, aseveró.
La simpatía socialista por Joe Biden
Tal es la preferencia del régimen chavista por el candidato demócrata que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se ha mostrado en consonancia con las propuestas de Joe Biden y ha llegado a promover su discurso y atacar a la administración de Trump en las plataformas digitales.
De hecho, a principios de septiembre el PSUV publicó en su portal oficial un artículo en el que destaca que “para Biden, el enfoque ‘incoherente‘ de Trump está alienando a los socios internacionales, socavando la causa de la democracia, y su política no ha logrado aliviar el sufrimiento humano de millones de venezolanos”.
El PSUV también hizo eco a las declaraciones de Biden sobre el bloqueo de Estados Unidos a Cuba en las que subraya que, “de resultar electo, restablecería la política del expresidente Barack Obama y trabajaría para reparar la relación Washington-La Habana”.
Una mayor evidencia de que el socialismo prefiere al demócrata en la la Presidencia es el apoyo que expresó el líder del Partido Comunista de Estados Unidos, Bob Avakian. A través de un comunicado en el sitio web de la organización afirmó que “la destitución de Trump es parte de la “revolución” para derrocar los actuales sistemas de gobierno de Estados Unidos”.
En contrapartida y según un comunicado del equipo de la campaña presidencial de Trump, este respaldo “demuestra aún más que Joe Biden es un recipiente vacío para la izquierda radical”, añadiendo a continuación que “no es más que un recipiente vacío para la franja extremista del Partido Demócrata, una cábala aterradora que ahora incluye líderes comunistas activos”.