Estados Unidos anunció una recompensa por el presunto testaferro de la tiranía de Nicolás Maduro, Samark López Bello, quien es acusado de «participar en crimen organizado transnacional».
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, señaló que el Departamento de Estado ofrece 5 millones de dólares por información que conduzca a la captura y/o condena de López Bello.
The U.S. announced a reward to bring to justice Venezuelan national Samark Lopez Bello for transnational organized crime. We will work with @TheJusticeDept to protect U.S. citizens from the illegitimate Maduro regime, while helping the Venezuelan people restore their democracy.
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) October 8, 2020
Pompeo afirmó que el Gobierno de Donald Trump trabajará con el Departamento de Justicia para proteger a los estadounidenses del régimen socialista, mientras ayuda a los venezolanos a restaurar su democracia.
Recientemente, la justicia estadounidense perpetró otro duro golpe contra Samark López cuando la Corte Suprema reiteró que deberá entregar 318 millones de dólares a tres víctimas de secuestro por parte de la guerrilla colombiana Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
En 2012, un juez federal en Florida concedió a los tres hombres una indemnización de 318 millones de dólares a pagar de las cuentas bancarias incautadas a narcotraficantes ligados a las Farc, que está en la lista de grupos terroristas. Pero no habían podido recibir el dinero hasta que el presidente Trump promulgó la Ley de Aclaración Antiterrorista, que les permite a las víctimas de grupos terroristas recibir activos incautados por el Gobierno estadounidense con base en leyes antidroga.
La nueva normativa permitió que los hombres fuesen tras los activos de López bloqueados en Estados Unidos, que incluyen una cuenta de Citibank con 269 millones de dólares, dos yates, un avión y propiedades de lujo en Miami.
Samark López, el capo de la droga y testaferro de El Aissami
Samark López Bello es acusado de ser el principal testaferro de El Aissami, y señalado de poseer cerca de una docena de empresas vinculadas con el actual ministro de Petróleo de Venezuela. Fue sancionado por Estados Unidos en 2017 como capo de la droga junto a El Aissami por lavar beneficios del tráfico internacional de narcóticos.
Durante el juicio por el reclamo de los activos, expertos de la acusación afirmaron que López solo tenía lazos indirectos con las Farc a través de su amistad con El Aissami, quien según las autoridades estadounidenses ayudó a la guerrilla a mover cocaína a través de Venezuela.
Samark López habría adquirido inmuebles en Estados Unidos por más de 20 millones de dólares en efectivo. También fue el encargado de importar al menos 633 contenedores con las cajas de alimentos socialistas CLAP, un plan de comida subsidiada que el régimen les vende a los venezolanos con sobreprecio y que además está vinculado al narcotráfico internacional.
Un comunicado del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) califica a Samark López como «coconspirador de El Aissami».
«López proporcionó apoyo financiero y asistencia material en apoyo de las actividades de narcotráfico internacional actuando por o en nombre de Maddah. Por más de dos años, López y otros defraudaron al Gobierno de Estados Unidos al participar en transacciones prohibidas por la Ley para la Designación de Cabecillas del Narcotráfico en el Extranjero y regulaciones relacionadas, además de evadir sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) de conformidad con la Ley de Cabecillas y regulaciones relacionadas», señala el documento.
De acuerdo con Estados Unidos, tanto El Aissami como López Bello eludieron las sanciones trabajando con ciudadanos estadounidenses al obtener servicios de viajes, incluyendo jets privados.
«El Aissami y López Bello frecuentemente pagaban por estos servicios mediante intermediarios que entregaban dinero en efectivo a granel en Venezuela para posteriormente blanquearlo hacia y/o dentro de Estados Unidos. Se alega que ciertos vuelos fueron hechos en conexión con los deberes oficiales de El Aissami, notablemente viajes a Turquía y Rusia», agrega el ICE.