El exembajador español en Venezuela del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, habría realizado numerosas transferencias a la Vicepresidencia del país suramericano, encabezada en esa oportunidad por el chavista José Vicente Rangel.
Raúl Morodo, envuelto en una trama de corrupción de lavado de dinero a través de la estatal petrolera Pdvsa, habría usado cuentas suyas y de su familia para transferir dinero a René Alberto Arreaza, mano derecha de Rangel.
De acuerdo con el diario El Mundo, las transacciones se llevaron a cabo luego de que la familia Morodo percibiera importantes sumas de dinero por parte del Gobierno de Hugo Chávez por supuestas asesorías.
Los pagos recibidos por la familia Morodo a través de Pdvsa incluyen también desvíos de dinero a otros dos ciudadanos venezolanos que se instalaron en España.
La información surge luego de que el juez Santiago Pedraz, quien investiga el presunto saqueo por parte de la familia Morodo de 5.4 millones a Pdvsa, enviara una rogatoria a Suiza, Panamá y Portugal requiriendo información sobre si Raúl Morodo, su hijo Alejo, y las esposas de ambos, entre otros implicados, disponen de cuentas en esos países.
La red afloró un vasto patrimonio inmobiliario adquirido en España con dinero ilícito procedente en su mayoría de Pdvsa a cambio de asesoramientos fingidos en Portugal y otros países europeos.
Entre los implicados en la trama de corrupción está Juan Carlos Márquez Cabrera, quien ocupó un alto cargo en la empresa venezolana, poseía junto a su esposa 15 inmuebles en España y se suicidó hace seis meses en dicho país.
De acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción española, entre 2008 y 2014 la familia de Morodo llegó a recibir al menos 5.4 millones de dólares por «asesoramientos irreales y no justificados».
De acuerdo con el diario El País de España los implicados en la trama “se sirvieron de una compleja estructura societaria para conseguir el dinero».
«La dinámica delictiva era la siguiente: el dinero salía de la petrolera con la firma de Márquez, pasaba por una sociedad panameña, de allí iba a Portugal o Suiza y finalmente acababa en España, aunque los agentes siguen buscando dinero en el extranjero», señala El País.
En su declaración ante el juez, antes de quitarse la vida, Márquez Cabrera señaló que los contratos de asesoramiento que firmó con Alejo Morodo obedecieron a órdenes del entonces ministro de Petróleo del Gobierno de Hugo Chávez, Rafael Ramírez, en la actualidad oculto en algún lugar de Europa y buscado por la justicia por saquear las arcas de Pdvsa.
“Me dijo que firmara contratos con ellos y que Raúl Morodo solo rendiría cuentas ante él”, explicó Márquez al juez Pedraz.
Durante su declaración como investigado en la Audiencia Nacional, Morodo explicó al juez que él no tenía ningún vínculo con la petrolera del Gobierno bolivariano. Reconoció que su hijo, Alejo, sí había trabajado para la estatal venezolana. Pero aseguró que él, como embajador, no había influido de ninguna manera con sus contactos en la élite política caraqueña.
El hijo de Raúl Morodo habría comenzado a recibir los pagos de Pdvsa poco después de que éste abandonara el cargo de embajador de España en Venezuela bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero; el mismo que ha mantenido una relación muy cercana a Nicolás Maduro y que ha velado por su permanencia en el poder.
El caso de Morodo no es el primero que se conoce en España y que revela una triangulación con Pdvsa y el lavado de dinero. La justicia española investiga a más de 40 personas relacionadas con la trama internacional que blanqueaba en España dinero procedente de la estatal petrolera.
De acuerdo con El Confidencial, el alcance de la causa es tal, que los investigadores estiman que el entramado criminal podría haber blanqueado 500 millones de euros solo en España a través de los negocios que venezolanos y extranjeros vinculados a la red abrieron en ese país.
Entre estos se encuentra presuntamente implicado Roberto Rincón Bravo, hijo del multimillonario venezolano Roberto Rincón Fernández, que probablemente cuenta con la mayor de las fortunas investigadas.
El que fuera jefe de seguridad de Pdvsa, Rafael Reiter, es otro de los hombres relacionados con el régimen de Nicolás Maduro que presuntamente está siendo investigado en el marco del entramado de lavado de dinero a través de Pdvsa. Reiter posee en España un conglomerado de sociedades mercantiles dispersas por el territorio nacional.
Dos primos de Rafael Ramírez, Diego Salazar y Bastidas Ramírez, ocultaron en la Banca Privada de Andorra cuentas millonarias que provenían supuestamente del pago de comisiones de compañías que obtuvieron contratos de la petrolera.