Se tensa aún más las relaciones entre Irán y Estados Unidos luego de que la República Islámica amenazara con acciones si el Gobierno de Donald Trump toma medidas para evitar que buques petroleros iraníes lleguen a Venezuela.
La pasada semana se conoció que el Gobierno de Trump tomará medidas contra Irán por ayudar al régimen de Nicolás Maduro con el abastecimiento de combustible; ante esto, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif envió una advertencia calificando las posibles acciones de Estados Unidos como una “escalada peligrosa”.
Un reportaje de la agencia de noticias Reuters reveló que en una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el jefe de la diplomacia iraní denunció que “los esfuerzos de Estados Unidos para tomar medidas coercitivas con el objetivo de interrumpir la venta de petróleo iraní equivalen a una escalada peligrosa”.
El funcionario iraní también advirtió que su país “se reserva el derecho a tomar todas las medidas oportunas y necesarias, incluidas acciones decisivas (…) para asegurar sus derechos legítimos y sus intereses contra semejantes políticas de acoso y prácticas ilegales”.
Por su parte, el exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, pidió a China e Irán “no equivocarse” tras seguir colaborando con el régimen de Nicolás Maduro. “El régimen ilegítimo de Maduro recibe asistencia de China e Irán para reparar las refinerías de petróleo dañadas de Venezuela. No se equivoquen, China e Irán están en una cooperación profunda para apuntalar a Maduro y avergonzar a Estados Unidos”, dijo.
La agencia de noticias iraní Fars, publicó que presuntamente cuatro barcos de guerra de la Marina de Estados Unidos estaban en el Caribe para “un posible enfrentamiento con los petroleros de Irán”; sin embargo un reportaje del diario El País señala que “la última actualización de las posiciones de la flota estadounidense que difunde el Instituto Naval data del pasado día 11 y no sitúa a ningún navío en la zona”.
Hay que recordar que el Gobierno de Estados Unidos busca asfixiar los ingresos del régimen de Nicolás Maduro emitiendo sanciones económicas a la espera de lograr la caída de la tiranía.
La pasada semana el portal Tehrantimes informó que el embajador iraní en Caracas tildó de una “gran mentira” que Venezuela haya enviado nueve toneladas de lingotes de oro a Irán. Asimismo, confirmó los vuelos comerciales desde Irán a Venezuela “para la transferencia inmediata del equipo necesario para reactivar el Complejo de Refinería de Paraguaná”.
“Hasta la fecha, la gasolina iraní no ha ingresado a Venezuela. Hasta la fecha, los gobiernos de los dos países han mantenido conversaciones sobre cooperación comercial bilateral, pero hasta ahora el combustible iraní no ha ingresado a Venezuela ”, dijo.
El portal web TankerTrackers, un sitio de seguimiento del comercio de petróleo por vía marítima, informó en paralelo que cinco petroleros iraníes parecían dirigirse a Venezuela. Los barcos irían cargados con gasolina y otros derivados del crudo valorados en 45,5 millones de dólares.
Y es que aunque Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, enfrenta una escasez histórica de gasolina tras el abandono a las refinerías.
Oro a cambio de refinerías
El testaferro de Nicolás Maduro, Alex Saab, estaría detrás del negocio entre Venezuela e Irán que involucra el pago de oro a cambio de productos para producir gasolina. Un reportaje de la agencia de noticias Bloomberg reveló que Saab viajó a Teherán con altos ejecutivos de Pdvsa para lograr un acuerdo en el que Irán envía aditivos, piezas y técnicos de gasolina a la nación sudamericana a cambio de oro.
En el marco de la relación comercial, el régimen de Maduro habría enviado unas nueve toneladas de oro por un valor de aproximadamente 500 millones de dólares, en aviones propiedad del transportista Mahan Air con sede en Teherán. Los envíos significaron una caída repentina en las cifras de reservas extranjeras publicadas por Venezuela, dejando al país con solo 6,3 mil millones en activos en divisas, la cantidad más baja en tres décadas.