Mientras el régimen de Nicolás Maduro asesina, tortura y aísla a los presos políticos, ofrece celdas de lujo a sus presos más “cotizados”. Es el caso de la excongresista colombiana Aida Merlano, quien se aloja en la misma sede donde se violan los derechos humanos a venezolanos, estaría viviendo como una reina tras las rejas.
Un reportaje publicado por el diario El Tiempo reveló que Merlano, quien es prófuga de la justicia colombiana inmersa en casos de corrupción, cuenta con beneficios como aire acondicionado, televisión por cable y hasta “menú a la carta” para alimentarse. Además, el régimen estaría analizando otorgarle asilo político.
Merlano se encuentra recluida en el Helicoide, una de las sedes deln Sebín, policía política de Maduro, donde las torturas, encierros y tratos inhumanos están a la orden del día si se trata de castigar a la disidencia.
Según el reportaje, Merlano comparte celda con Yeico Manuel Vargas Silvera, por lo que se puede presumir que tienen una especie de celda conyugal. Además, estarían alojados en la “segunda mejor celda del recinto”, en la que también han estado recluidos algunos presos con atención preferencial; entre ellos, José Parra, primo del diputado Luis Parra, quien hoy intenta usurpar la presidencia de la Asamblea Nacional de Venezuela.
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Desde que Merlano fue capturada en Venezuela ha sido evidente el trato preferencial por parte de la tiranía chavista. Mientras a los presos políticos los mantiene con uniformes, golpeados y físicamente descuidados, la detenida colombiana tiene la posibilidad de ofrecer ruedas de prensa, acudir a las salas judiciales sin esposas entre sus manos y mantener el cabello y su maquillaje reluciente.
#EnVideo ? | Exsenadora colombiana Aída Merlano: Luego que fui privada de la libertad en Colombia fui sometida a maltratos psicológicos, físicos y le pagaron al capitán Álvarez a cargo para que me maltratara y para que permanentemente hicieran operativos en mi celda pic.twitter.com/7GyW32a6IH
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) February 6, 2020
Mientras a la detenida colombiana sí se le respetan sus derechos humanos, sobre todo tras ofrecer una rueda de prensa en contra del presidente de Colombia, Iván Duque, un militar venezolano fue asesinado luego de recibir brutales torturas por parte de agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM). A esto se suma que en Venezuela los presos políticos pueden pasar años sin asistir a su audiencia de presentación y sin que inicien sus juicios. En el país suramericano si no eres una ficha para el régimen, no tienes derechos humanos.
Pero el caso de Merlano no es el único cuando de ofrecer lujos en la cárcel se trata. En la misma sede del Helicoide estaría detenido Walid Makled, el narcotraficante civil más poderoso de Venezuela. Pese a estar condenado a 14 años de prisión tiene beneficios que otros privados de la libertad no poseen. Desde su celda ha logrado grabar entrevistas y videos.
#VictorClarkALa1 ¿En serio @vclarkb defendiendo a Tareck El Aissami denunciado por Walid Makled? ¡Por Dios @Vladimirala1_gv inaceptable! pic.twitter.com/QOMDTgmLbI
— #TeamTrump (@JoseRobAlvarezV) February 21, 2017
La prisión más cruel del régimen contra sus adversarios
Helicoide es quizás la prisión más cruel del régimen. El centro penitenciario cuenta con siete óvalos. El sexto de ellos, tiene celdas, oficinas, cuartos de aislamiento y espacios pequeños que parecen baños, pero que son utilizados para realizar torturas.
Lorent Saleh, activista venezolano por los derechos humanos, quien fue preso político de Maduro, describe el Helicoide como un edificio viejo y sórdido. “Era ruido, mugre, hacinamiento, depravación. Presos políticos y opositores se mezclaban con presuntos corruptos y con 200 presos comunes (…) El Helicoide es la pura expresión del Estado mafioso. Ahí reina la extorsión, sobre todo económica. A niveles que nadie es capaz de imaginar”, señaló Saleh luego de salir de la cárcel.
En esta cárcel también estuvo recluido Joshua Holt, un misionero mormón de origen estadounidense. Perdió 27 kilos, sufrió de bronquitis, de sarna, de cálculos renales y de hemorroides. No recibió atención médica. Mientras tanto, su esposa era torturada para obligarla a firmar una confesión en su contra y al negarse fue electrocutada con una pistola Taser y sus dedos fueron colocados en un sacapuntas.