El Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió nuevas sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro. En esta oportunidad sancionó a Gustavo Adolfo Vizcaíno, director del Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), oficina encargada de entregar los pasaportes a venezolanos. Esto luego de que se descubriera que cobraba los documentos en dólares y se apropiaba de ese dinero.
De acuerdo con el Tesoro, los directivos del Saime crearon una red alterna de emisión de pasaportes y cobraron miles de dólares a través del mercado negro a cientos de venezolanos desesperados por adquirir sus documentos.
.@USTreasury sanciona a Juan Carlos Dugarte y Gustavo Adolfo Vizcaíno Gil, cabecillas del SAIME quienes impusieron voraz sistema de extorsión al pueblo venezolano, creando una red alterna de emisión de pasaportes, y cobrando hasta miles de dólares por un derecho de todo vzlano. https://t.co/UEAwlI18B0 pic.twitter.com/ReoYPuFtHf
— CARLOS VECCHIO (@carlosvecchio) December 9, 2019
Las sanciones fueron aplicadas contra el actual director del Saime, debido a que “Desde el otoño de 2018, los funcionarios de SAIME y Vizcaino han estado involucrados en la corrupción, cobrando a los solicitantes de pasaportes miles de dólares por pasaportes y transfiriendo esos fondos a las cuentas bancarias personales extranjeras de Vizcaino”.
También informó que “bajo el liderazgo de Vizcaino, SAIME vendió pasaportes a ciudadanos no venezolanos por miles de dólares por pasaporte, y el personal de SAIME era miembro de los grupos armados ilegítimos del expresidente venezolano Nicolás Maduro conocidos como colectivos”.
Otro de los sancionados es Juan Carlos Dugarte, exdirector de esta entidad, sobre el cual el Tesoro informó que “recibió sobornos, y SAIME fue implicado públicamente en negocios corruptos que implicaban la venta de pasaportes” cuando este dirigía la entidad.
Por lo tanto “todos los bienes e intereses en la propiedad de las personas y entidades mencionadas anteriormente, y de cualquier entidad que sea propiedad, directa o indirectamente, del 50 por ciento o más de ellos, individualmente o con otras personas designadas, que sean en los Estados Unidos o en posesión o control de personas estadounidenses, están bloqueados y deben ser reportados a la OFAC”.
El pasaporte venezolano es uno de los más caros del mundo a tal punto que un trabajador necesita 50 meses de salario para pagar por dicho documento. Un pasaporte cuesta unos 177 dólares y la prórroga del mismo unos 55 dólares para quienes residen en Venezuela. Los venezolanos en el exterior deben cancelar 200 dólares para obtener el pasaporte y por la prórroga tiene un costo de 100 dólares. A esto se suma que el tiempo de espera por la entrega del documento puede superar el año.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar”. Esta, justamente, es otra de las violaciones al derecho internacional por parte de la dictadura que tiene a miles de venezolanos esperando para renovar su pasaporte, y que mantiene a otros miles varados en cualquier parte del mundo.
En principio, la excusa del régimen era que “no había material” para imprimir el pasaporte. Ahora simplemente les cobran a los venezolanos un monto para adquirir el documento, pero puede pasar más de un año sin que este sea impreso.
La escasez de material, el pago a mafias o, en su defecto, la espera de una página web que está en constante “mantenimiento” son parte de las trabas por las que cada ciudadano debe pasar para poder contar con un pasaporte y movilizarse así por cualquier país de forma legal. El director del Saime se habría aprovechado de esta situación para lucrarse ilegalmente.