Empresarios venezolanos, mejor conocidos como “bolichicos” estarían siendo investigados en Estados Unidos con un caso de lavado de dinero de aproximadamente USD$ 1.2 mil millones que involucra también al chavismo.
La expresión “bolichicos” fue creada en 2010 por el escritor y periodista venezolano Juan Carlos Zapata para referirse a “la nueva camada de ricos en los tiempos chavistas”. Es decir, empresarios jóvenes que hicieron sus fortunas siendo, principalmente, contratistas del gobierno en proyectos de electricidad.
De acuerdo con el diario estadounidense El Nuevo Herald, los “bolichicos” habrían logrado sobornar a funcionarios del régimen de Nicolás Maduro para malversar miles de millones de dólares de la estatal petrolera venezolana Pdvsa.
Magnate venezolano Alejandro Betancourt implicado en caso de lavado de dinero https://t.co/ks0I2KoRzp
— Antonio M Delgado (@DelgadoAntonioM) November 3, 2019
Hasta ahora, nueve investigados han sido acusados en Miami, de los cuales dos se declararon culpables y uno está a la espera de juicio; sin embargo según el diario estadounidense se trataría de una docena de empresarios involucrados, donde presuntamente entre ellos estaría el venezolano Alejandro Betancourt.
Betancourt ha sido señalado por el portal de noticias El Confidencial de estar relacionado a la crisis eléctrica venezolana, pues es directivo de la empresa Derwick Associates Corp, la cual ha recibido millonarios contratos durante los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro para la construcción de plantas termoeléctricas, de las cuales algunas aún no han sido concluidas.
Explica El Confidencial que presuntamente el empresario habría “pagado sobornos para hacerse del negocio que, a la final resultó una gran estafa para el estado venezolano”; señala que “solo habría vendido chatarra o equipos reconstruidos con un gran sobreprecio”.
Aunque Betancourt no está debidamente identificado por su nombre en el caso que se investiga en Miami, varias fuentes habrían asegurado al Nuevo Herald que él es “Conspirador 2”, uno de los apodos en la denuncia penal entre la docena de conspiradores y funcionarios venezolanos no identificados.
Relata el diario estadounidense que “los registros de la corte federal dicen que “Conspirador 2″ se encontraba entre el círculo de boliburgueses y funcionarios del gobierno que recibieron cientos de millones de dólares a fines de 2014 de Pdvsa como pago por un préstamo que hicieron a la compañía petrolera estatal”; señala además que una declaración jurada criminal alega que el magnate “usó una compañía fantasma para prestar USD$ 42 millones en bolívares y luego fue reembolsado en euros al tipo de cambio favorable del Gobierno”; una transacción que habría multiplicado la suma equivalente a USD$ 600 millones.
Al parecer, y según indica el Miami Herald, la ganancia de USD$ 600 millones presuntamente se dividió entre el grupo de empresarios venezolanos ricos, los tres hijastros de Nicolás Maduro y Pdvsa; esto según un correo electrónico obtenido por agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional y fuentes familiarizadas con el caso criminal.
Los documentos de la corte sostienen que Pdvsa pagó los fondos de la deuda a la compañía fantasma Rantor Capital, transfiriendo los USD$ 600 millones a la firma Portmann Capital Management en Malta. El pago luego fue traspasado a otra compañía fantasma, Eaton Global Services Limited, creada en Hong Kong y que era controlada por líderes de la conspiración para lavar los fondos, señalan los fiscales estadounidenses
Según fuentes, también estarían involucrados Maduro y sus hijastros: Yosser Gavídia Flores, Walter Gavídia Flores y Yoswal Gavídia Flores.
Entre tanto, el abogado de Betancourt, Jon Sale, emitió un comunicado este viernes negando su participación, y aseguró: “Mi cliente niega haber hecho algo malo”.
Según el diario estadounidense, no se conoce evidencia de que Betancourt haya conocido sobre el esquema ilícito de préstamos de Pdvsa y tampoco se proporcionan pruebas, como un registro bancario o una transferencia bancaria, que demuestre que estaba al tanto del presunto caso de lavado de dinero.
En julio de 2018 la agencia de noticias AFP reveló que un grupo de exfuncionarios venezolanos, junto a empresarios de otras nacionalidades, fueron acusados de lavar 1 200 millones de dólares de Pdvsa en Florida; esto, según la misma Fiscalía estadounidense, que identificó como “boliburgueses” a esos “miembros de la élite venezolana”.
De acuerdo con las investigaciones los acusados formaron parte de una red de corrupción y lavado de dinero, que estaba vinculada a Pdvsa y se favorecía del régimen cambiario que impera en Venezuela.
Entre los presuntos implicados se encontraba Fracisco Convit Guruceaga, primo de Alejandro Betancourt y accionista de Derwick Associates.
Convit Guruceaga, junto a los demás implicados, es acusado de presuntamente “inundar el sur de Florida con dinero mal habido proveniente de Venezuela”.
Contratos sobrevalorados
Según un informe sobre el sector energético escrito por ONG Transparencia Venezuela, Derwick recibió 11 contratos de construcción por un valor de USD$ 2.9 mil millones, que habría sido sobrevalorado en un promedio de 162 %.
La empresa fue registrada en Panamá en 2003 y en Barbados en 2009, pero nunca antes había construido una planta como la requerida por la empresa estatal de energía eléctrica Corpoelec.
“Hubo al menos $ 800 millones en sobrefacturación”, dijo José Aguilar a El Nuevo Herald, quien es un ingeniero encargado de investigar Derwick para el Wall Street Journal. Explicó que la compañía contrató a personal tercerizado de bajo costo para realizar gran parte de su trabajo.
Los “Bolichicos”
De acuerdo con el diario La República los que componen el grupo de los famosos “bolichicos venezolanos” serían Leopoldo Alejandro Betancourt López, presidente de la junta directiva y fundador de Derwick Associates; Pedro Trebbau López Derwick, vicepresidente de Derwick Associates; Francisco Convit Guruceaga, accionista de Derwick Associates; Domingo Guzmán López, director de Derwick Associates de Venezuela; y Orlando Alvarado, gerente de portafolio y director de O’Hara y sus afiliadas.
“Fue precisamente a través de Derwick, empresa dedicada a la construcción de plantas de generación eléctrica, de subestaciones, y centrales hidro y termo eléctricas, que los “bolichicos” habrían empezado a obtener contratos en Venezuela, al punto de llegar a 11 acuerdos entre 2009 y 2010, justo después de su creación”, señala el diario colombiano.