La estampida migratoria de venezolanos impulsó los casos de esclavitud en América Latina. La necesidad de recibir algún ingreso ha causado que los inmigrantes acepten cualquier pago y cualquier tipo de trabajo.
Países como Brasil, Perú y Colombia han iniciado operaciones policiales y de supervisión para evitar casos de esclavitud o explotación sexual en el caso de los migrantes venezolanos, pues empresas formales e informales han decidido subpagar a los trabajadores aprovechándose de sus necesidades.
Recientemente, la Policía brasileña desplegó una operación para combatir el trabajo esclavo de migrantes venezolanos en el norte del país, donde estaban contratados en el sector de la construcción en condiciones “de extrema vulnerabilidad”.
En la acción fue detenido un empresario brasileño, sospechoso de “captar” y “someter” a los migrantes venezolanos, algunos de ellos adolescentes. Las investigaciones apuntan a que las jornadas serían de 12 horas diarias, sin días de libranza, y con una alimentación “precaria e insuficiente” que sería suministrada por el empresario, y cuyo valor era descontado del salario de los trabajadores.
Según la investigación, el detenido además estaría “traficando con venezolanas” para que estas “fueran explotadas sexualmente en otras regiones de Brasil”.
Pero los casos de ese tipo en Brasil no son los únicos que se han multiplicado. Un estudio en Perú señala que el 51 % de los venezolanos ha sufrido explotación laboral. La investigación, realizada por Caritas, señala que los venezolanos trabajan en jornadas de más de 12 horas y con sueldos que van desde los 20 soles diarios (3 dólares).
Mientras los venezolanos y venezolanas intentan desesperadamente abandonar el país y ansían enviar dinero a sus seres queridos, la situación se ha convertido en un caldo de cultivo para el tráfico, la esclavitud sexual, la explotación infantil… https://t.co/VFYJ5fmXuO pic.twitter.com/UWSUdoVmJe
— Sin Embargo MX (@SinEmbargoMX) August 19, 2019
Por su parte, una investigación de la Fundación Panamericana para el Desarrollo señala que “existe explotación laboral contra mujeres venezolanas, ya que realizan jornadas largas por salarios menores a los que les pagan a las mujeres peruanas, generando fracturas en la relación entre ambos grupos por el trato diferenciado”.
En el país andino también surgió otro problema a través de esta explotación y es que los empleadores optaban por despedir a trabajadores nacionales para pagar salarios más bajos a los venezolanos. Por esta razón el Gobierno de ese país tomó medidas para sancionar a empresas que despidan peruanos y contraten extranjeros por menores sueldos. Colombia también preparó un decreto para evitar la explotación de inmigrantes.
Tráfico de personas y prostitución
La crisis migratoria se ha convertido en un caldo de cultivo para el tráfico, la esclavitud sexual, la explotación infantil, la prostitución forzada y el sexo de supervivencia de mujeres y niñas venezolanas.
En República Dominicana las mujeres han llegado a ofrecer sus servicios como trabajadoras sexuales. Lo mismo ha sucedido en México y Colombia, donde algunos casos se han relacionado con asesinatos, violación y agresión.
Niñas y mujeres migrantes, más vulnerables
Todos los migrantes venezolanos afrontan situaciones de mayor vulnerabilidad, como condiciones de vida indignas, explotación laboral, discriminación y xenofobia. Según la ONU, en el caso de las mujeres, adolescentes y niñas. pic.twitter.com/Fs9xfhlFgo
— Ratt Dominicana (@DominicanaRatt) September 13, 2019
En Cúcuta, ciudad colombiana fronteriza con Tachira (Venezuela), hay denuncias de que alrededor del 80 % de las trabajadoras sexuales son venezolanas. De hecho, muchas de ellas son menores de edad que pueden cobrar tan poco como un dólar por sexo.
En Perú un estudio sobre la violencia de género elaborado por el Centro de Atención Psicosocial (CAPS), como parte del proyecto “Integrando Horizontes”, reveló que el 100 % de las mujeres venezolanas residentes fueron víctimas de algún tipo de violencia (física, psicológica, verbal, acoso sexual, acoso sexual callejero, xenofobia).
El mes pasado, la Organización de los Estados Americanos (OEA) publicó un informe en donde se alerta que los migrantes y refugiados venezolanos podrían alcanzar entre 5.3 y 5.7 millones para finales de 2019, y entre 7.5 y 8.2 millones para fines de 2020. Lo que significa que mientras el chavismo siga en el poder, las cifras de venezolanos víctimas de algunos de estos delitos seguirán aumentando.