La ilegal Asamblea Nacional Constituyente al servicio de la dictadura “implosionó” tras las recientes sanciones emitidas por el Gobierno de Estados Unidos, razón por la cual, ahora habría decidido acabar por completo con el Parlamento legítimo de mayoría opositora.
El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, alertó este domingo 11 de agosto sobre las nuevas acciones que pretende tomar el régimen chavista a través de la Constituyente presidida por Diosdado Cabello; al parecer buscan disolver el Parlamento, llamar a elecciones adelantadas y continuar con la persecución en contra de diputados.
Presidente (E) @jguaido alerta sobre intención del régimen de eliminar la AN https://t.co/xGSYJD4pol
— Centro de Comunicación Nacional (@Presidencia_VE) August 12, 2019
Mediante una transmisión a través de Periscope, Guaidó señaló que desde la legítima Asamblea Nacional de Venezuela se preparan para una “ofensiva política”.
“Nos hemos comunicado con nuestros pares en la región. Hay que prepararnos para una ofensiva. No es con cárcel y torturas que nos van a detener”, afirmó.
Para Venezuela y el mundo no hay novedad alguna en relación con las amenazas del chavismo de anular por completo a la Asamblea Nacional, y menos con su intención de adelantar elecciones con el CNE controlado por el chavismo, para así apropiarse del único Poder Público independiente del país.
El chavismo se mostró “dolido” por el embargo parcial del Gobierno de Trump, a tal punto que se paró de la mesa de diálogo en Barbados y ahora quiere adelantar elecciones para desaparecer de la palestra al presidente legítimo Juan Guaidó.
Desde que Maduro asumió el poder, la dictadura en Venezuela ha pisoteado la Constitución creando a la chavista Asamblea Nacional Constituyente, anulando al Parlamento venezolano, designando jueces del Tribunal Supremo de Justicia y encabezando fraudes electorales.
En 2015, cuando la mayoría opositora ganó las elecciones, se inició la persecución contra los legítimos diputados del Parlamento; fue ese año que el régimen empezó a vacilar y pisotear las leyes venezolanas para iniciar la persecución.
Tras la brutal persecución de la dictadura, el Parlamento venezolano no solo ha sido anulado, sino que, además, más de 70 de sus diputados son víctimas de represión: unos están en la cárcel, otros en el exilio, otros bajo protección en embajadas o en la clandestinidad.
Esos 70 diputados perseguidos representan el 60 % de la bancada opositora, de 112 legisladores legítimamente electos por la ciudadanía venezolana y que a pesar de contar con inmunidad parlamentaria, han sido brutalmente atropellados por el régimen.
Ya Venezuela cuenta con un Poder Judicial en el exilio, representado por magistrados que debieron huir del país para evitar su detención. Además, cuenta con un Ministerio Público, también en el exilio, luego de que Maduro buscara detener a la fiscal general Luisa Ortega Díaz. Sin embargo, parece que esto no es suficiente, ya que está dispuesto a acabar con toda la oposición venezolana.
Meses atrás, el presidente Guaidó señaló en una entrevista que una intervención militar “sería necesaria si Maduro decidiera radicalizarse”, sin embargo, la dictadura ha seguido radicalizandose y el llamado a formar una coalición militar por parte del presidente (e), todavía no se ha ejecutado.
Mientras todo esto sucede, gobiernos del mundo reaccionan con comunicados contra la persecución dictatorial, pero solo Estados Unidos y Suiza han tomado acciones contundentes de forma reciente. De seguir dándole tiempo a Maduro y a su círculo para que se fortalezca, Venezuela podría terminar implementando el mismo modelo que los Castro instauraron en Cuba, solo que con más refugiados por el mundo y mayores consecuencias políticas, económicas y de seguridad para toda la región.