El régimen de Nicolás Maduro dejó perder de nuevo parte de los activos que Venezuela tenía en el exterior; en esta oportunidad se trata de 20 toneladas de oro por no pagar una de sus deudas que tiene en el extranjero. Entre impagos, contrabando y robo de toneladas, el país suramericano se queda sin reservas.
El banco alemán, Deutshce Bank, embargó 20 toneladas de oro venezolano por el impago de la deuda que contrajo Maduro con dicha institución en el año 2016.
Venezuela recibió en 2016 un préstamo de Deutsche Bank y dio 20 toneladas de oro en garantía. Por no pagar los intereses el Banco puede ejecutar la garantía ($ 750 millones). Guaidó pide al Banco depositar la diferencia ($ 120 millones) una cuenta fuera del alcance del régimen
— Jose Toro Hardy (@josetorohardy) June 5, 2019
Venezuela recibió un préstamo en efectivo de la banca alemana y utilizó el oro como garantía. Aunque el contrato expiraba en 2021, la falta de pagos de intereses por parte del régimen venezolano llevó a que se acordara embargar la garantía. Lo más grave es que se desconoce qué hizo Nicolás Maduro con el dinero de dicho préstamo.
La diferencia de dinero a favor de Venezuela por el embargo de 20 toneladas de oro, es de aproximadamente 120 millones de dólares, por lo que José Ignacio Hernández, legítimo procurador general afirmó que se encuentran en conversaciones con el banco para dirigir esos fondos a una cuenta que no esté al alcance del oficialismo.
Hay que recordar que en 2017, la Asamblea Nacional de mayoría opositora le envió una carta oficial a la directiva del Deutsche Bank para advertirle que su transacción con el presidente Nicolás Maduro era ilegal y éticamente reprobable; dos años después efectivamente el dinero se perdió y las toneladas de oro también.
El economista Henkel García señaló a PanAm Post que Venezuela no tiene cómo generar confianza en los actores externos y enfrenta graves problemas para cumplir con los compromisos que mantiene en divisas.
“Es difícil saber qué pasó con ese dinero, probablemente buena parte de eso terminó en manos de personas que están en posiciones de poder, pero a ciencia cierta no se sabe”, explicó.
“A medida que Venezuela se vaya quedando quedando sin oro, se va quedando sin reservas internacionales, las consecuencias de ello es que las importaciones se complicarían aún más, y muy pocos proveedores se animarían a hacer negocios con el país”, sentenció.
No es primera vez que la dictadura de Nicolás Maduro deja perder toneladas de oro tras el impago de deudas internacionales.
En octubre de 2018 se conoció que la dictadura venezolana dejó vencer una operación de canje, por lo que el mismo banco alemán Deutsche Bank se quedó con 45 toneladas de oro, lo que representaba un cuarto del total de toneladas de oro que Venezuela tiene en el exterior.
De acuerdo con el economista Daniel Lahoud a Venezuela le quedan entre 110 y 120 toneladas, que se traducen en USD$ 6 500 millones.
“Ellos sabían muy bien que ese dinero no lo iban a pagar. Lo más probable es que el oro que va quedando fuera lo van a ir matando de la misma manera. Es lamentable”, dijo Lahoud al PanAm Post.
Reservas de oro desaparecidas en transacciones ilícitas
Venezuela ha perdido al menos 764 toneladas de oro en manos de los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. La mayoría de las reservas simplemente desapareció en medio de transacciones ilícitas.
El pasado mes de abril el diputado y economista, José Guerra, señaló a través de su cuenta en la red social Twitter que “cuando Chávez ordenó repatriar el oro en 2012, se trajeron 850 toneladas. Hoy quedan apenas 86 toneladas. Esas son las que están sacando”.
Además del oro que las instancias internacionales confiscan por falta de pago, están las toneladas de oro que de manera ilícita el régimen está sacando de las bóvedas del Banco Central de Venezuela.
Según el economista, en las bóvedas solo quedan 86 toneladas de oro. El resto han sido robadas, malversadas o canjeadas a cambio de dinero en efectivo para sostener a la dictadura.
El régimen de Maduro se ha dedicado en los últimos meses a saquear el Banco Central de Venezuela, extrayendo poco a poco decenas de toneladas de oro para venderlas en el exterior y obtener dinero en efectivo para mantenerse en el poder.
A principios del mes de abril, la dictadura habría sacado ocho toneladas valoradas en 335 millones de dólares, en febrero extrajo una cantidad similar.
Las ventas de lingotes “bajo la mesa” y sin aprobación de la legítima Asamblea Nacional de Venezuela son una de las pocas maneras que tiene la dictadura para obtener dinero efectivo y así mantenerse en el poder, y pagar parte de sus deudas, tanto internas como externas.
A falta de divisas, minería ilegal
A falta de la producción petrolera en Venezuela y luego de las crecientes sanciones internacionales, el régimen de Maduro habría encontrado la manera de “autofinanciarse”, exportando oro de manera ilegal.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió que Venezuela recurre de manera creciente al comercio de oro “sin control medioambiental ni de contabilidad” para financiar las redes de corrupción que sostienen a la dictadura.
El secretario asistente del Tesoro, Marshall Billingslea, denunció el expolio de las minas de oro en el sur de Venezuela y aseguró que “se está aproximando a una situación similar a la de los diamantes ensangrentados” en África.
Según el funcionario, en los últimos meses se calcula que habrían salido de Venezuela “21 toneladas métricas de oro”, que han ido principalmente a Turquía”, lo que equivaldría a 840 millones de dólares.
Actualmente, es casi imposible calcular la cantidad de oro existente en el Arco Minero Venezolano, se cree que podría estar entre unas 8 000 toneladas, las cuales equivalen 243 000 millones de euros, sin contar, además, las reservas de coltán, bauxita, cobre y diamante que también reposan en el lugar.
Un reportaje publicado en The Times revela una serie de vuelos misteriosos que han salido desde Caracas y que han generado sospechas de que el régimen de Maduro está sacando secretamente toneladas de oro del país y vendiéndolo a comerciantes en África y el Medio Oriente.
El 1 de marzo, un Boeing 777 que pertenecía a la aerolínea rusa Nordwind y que se cree que no tenía pasajeros a bordo, fue rastreado volando desde Caracas a Kampala, la capital de Uganda. Se detuvo allí por unas horas antes de continuar a Zanzíbar y luego regresar una vez más a la capital venezolana.
El mismo avión fue visto en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, que sirve a la capital venezolana, a fines de enero, donde aparentemente se estaba preparando para volar a los Emiratos Árabes Unidos con un cargamento de 20 toneladas de oro, valorado en 650 millones de euros.