
A Nicolás Maduro se le acaban los fondos lícitos y recurre a la ilegalidad para mantenerse en el poder. La presión y sanciones internacionales, no solo obligaron a la India a suspender las compras de crudo a Venezuela, sino que además el BID reconoció al representante de Juan Guaidó, mientras que los bancos se disponen a congelarle los fondos a Maduro.
Todo indica que al usurpador de Venezuela se le agotan las opciones legales para mantenerse en el poder, pues las acciones internacionales poco a poco impiden que el régimen cumpla con sus compromisos de pago tanto en el exterior como dentro del país.
Recientemente el gobierno indio le informó a las empresas de ese país que deben detener todas las compras de petróleo a Venezuela; un duro golpe para el régimen que pierde un aliado financiero y con ello el ingreso de divisas.
Esa misma semana, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reconoció a Ricardo Hausmann, designado por el presidente (e) Juan Guaidó como representante del país ante el organismo.
En un comunicado, la entidad informó que “los gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo aprobaron una resolución reconociendo el nombramiento de Hausmann, como gobernador del BID para Venezuela”.
Se trata del primer organismo financiero que reconoce a un enviado de Guaidó y está dispuesto a ofrecer préstamos al gobierno legítimo de Venezuela.
Hay que recordar que el BID suspendió en mayo del 2018 los préstamos a Venezuela por incumplir unos pagos atrasados de 88,3 millones de dólares.
Pero el cerco financiero se extiende aún más contra Nicolás Maduro, luego de que Estados Unidos impusiera sanciones sobre el banco ruso Evrofinance Mosnarbank por sus operaciones con la compañía estatal petrolera venezolana PDVSA e instara a otros organismos financieros a no sustentar a Maduro.
“Estados Unidos tomará medidas contra las instituciones financieras extranjeras que sostienen el régimen ilegítimo de Maduro y contribuyen al colapso económico y la crisis humanitaria que asola al pueblo de Venezuela”, advirtió la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro estadounidense.
Pero a medida de que Maduro se ve cercado por la comunidad internacional y organismos financieros, también actúa ilegalmente.
Ángel Alvarado, diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela, aseguró que parte de las 8 toneladas de oro que fueron extraídas ilegalmente del Banco Central de Venezuela (BVC) por parte del régimen de Maduro a fines de febrero, aparecieron en Uganda.
El diputado señaló que faltan 0,6 toneladas y que el cargamento está retenido por ser parte de un contrabando.
“Le recordamos a Uganda que ese oro fue sacado ilegalmente de Venezuela y que el BCV está siendo usurpado”, denunció Alvarado.
El pasado 27 de febrero, Reuters aseguró que al menos ocho toneladas de oro fueron sacadas de las bóvedas del BCV para, presuntamente, venderlas fuera del país. La policía de Uganda denunció que el oro llegó al país de manera ilegal la semana pasada.
El Gobierno de Uganda anunció una investigación para saber cómo entraron al país 7,4 toneladas de oro.
Según el diario español El País, las indagaciones se centran en las recientes importaciones que han llegado a la mayor refinería de oro del país, valoradas en 300 millones de dólares.
En busca de cercar financieramente a la administración de Nicolás Maduro, Estados Unidos ha establecido sanciones y ha pedido a compradores internacionales de oro dejar de hacer negocios con su gobierno.
Después de ese exhorto, la firma Noor Capital en Abu Dabi, que había comprado tres toneladas de oro al Banco Central venezolano en enero, dijo que no tenía previsto adquirir más barras en Caracas hasta que se estabilizara la situación.
Asimismo el Banco Central de Venezuela tuvo que suspender la venta de al menos otras 15 toneladas de oro de sus reservas a Emiratos Árabes, a cambio de euros en efectivo para financiar sus importaciones.
Las ventas de lingotes de oro son casi la única alternativa que tiene Maduro para obtener liquidez, ante la merma de los ingresos petroleros y el cierre de casi todas las opciones de financiamiento internacional por las severas sanciones que le impuso Washington para presionar su salida del poder.
La minería ilegal mantiene a Maduro en el poder
Y es que a falta de la producción petrolera en Venezuela, el régimen de Maduro habría encontrado otra manera de “autofinanciarse” para mantenerse en el poder: estaría exportando oro de manera ilegal a Turquía.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió que Venezuela recurre de manera creciente al comercio de oro “sin control medioambiental ni de contabilidad” para financiar las redes de corrupción que sostienen a la dictadura.
El secretario asistente del Tesoro, Marshall Billingslea, señaló que tras el abandono a la estatal petrolera Pdvsa, el régimen de Maduro desvió su atención a la explotación del oro para obtener recursos.
Billingslea denunció el expolio de las minas de oro en el sur de Venezuela y aseguró que “se está aproximando a una situación similar a la de los diamantes ensangrentados” en África.
De acuerdo con el funcionario, en los últimos meses se calcula que habrían salido de Venezuela “21 toneladas métricas de oro”, que han ido “principalmente a Turquía”, lo que equivaldría a USD $840 millones.
El oro “se está sacando del país sin que haya contabilidad alguna para saber a dónde van a parar los fondos”, indicó.
El representante del Departamento del Tesoro denunció que dicha explotación descontrolada de oro también se convertirá en un problema para la región:
“No se trata de minería convencional, esto es destruir los bosques creando enormes cantidades de agua estancada que va contaminada con mercurio y otros químicos. Será un catástrofe medioambiental durante décadas, con brotes de malaria, dengue; y estas enfermedades se van a mover por la región con los millones de refugiados”, agregó.
Actualmente, es casi imposible calcular la cantidad de oro existente en el Arco Minero Venezolano, se cree que podría estar entre unas 8.000 toneladas, las cuales equivalen 243.000 millones de euros, sin contar, además, las reservas de coltán, bauxita, cobre y diamante que también reposan en el lugar.