El régimen de Nicolás Maduro logró acabar con todos los medios impresos e independientes de Venezuela, pues el periódico El Nacional dejó de circular este viernes tras las presiones y obstáculos impuestos por la dictadura.
Después de haber mantenido a flote durante 75 años por las calles del país, el único diario independiente de difusión nacional en Venezuela que conservaba su edición en papel cerró sus rotativas.
El diario El Nacional sufrió al menos 15 años de acoso estatal, a tal punto de ser víctima de demandas millonarias por parte del chavismo. Sin embargo, después de tanto defender la libertad de expresión, no pudo ganarle al oficialismo en su intención de destruir su versión impresa.
Miguel Henrique Otero, presidente y editor de El Nacional, señaló en una entrevista para el ABC de España que el régimen logró “silenciar la radio y la televisión, y ha hecho desaparecer a los medios impresos independientes convirtiéndolos en plataformas web”.
“Nosotros éramos el último periódico nacional que mantenía la edición impresa (…) el acoso a los medios libres completa el perfil de una dictadura pura y dura en la que no hay división de poderes ni libertad de expresión”, expresó.
La principal razón por la cual El Nacional dejó de imprimirse es por las trabas gubernamentales para poder acceder al papel periódico. “Nosotros duramos más que los demás porque hubo solidaridad de otros periódicos latinoamericanos para que siguiéramos imprimiendo, pero al final no pudimos resistir”, señaló Otero.
Maduro impulsó el cierre de un centenar de medios
Según datos de la ONG Espacio Público, desde 2013, cuando asumió Maduro, hasta octubre de 2018, son más de 115 medios de comunicación menos los que hay en el vecino país.
De acuerdo con la ONG, desde 2013 han salido del aire 65 estaciones de radio, 10 televisoras y han dejado de imprimirse 70 diarios. Entre esas 10 televisoras están Caracol TV, RCN TV, El Tiempo TV y CNN en español.
Adicionalmente, hay seis estados en Venezuela (Sucre al oriente, Trujillo en los Andes, Portuguesa y Barinas en los llanos, Apure al sur y Vargas en la región capital) donde no circula ni un solo diario, por la misma razón de El Nacional, no les enviaron más papel para imprimir.
Además, hay estados importantes como Carabobo o Nueva Esparta (isla de Margarita) donde la mayoría de los diarios pasaron a ser semanarios para poder rendir el papel que les queda.
Maduro, el “depredador de la prensa”
En un informe publicado en 2016 por la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF), tanto Raúl Castro de Cuba como Maduro de Venezuela fueron catalogados como los “depredadores” de la prensa en América Latina, junto al cártel mexicano de Los Zetas.
La ONG publicó una galería de retratos con 35 jefes de Estado, políticos, líderes religiosos, milicias y organizaciones criminales que censuran, encarcelan, torturan o asesinan a periodistas.
El organismo internacional elaboró una ficha con cada uno de estos “depredadores”, y allí describe sus principales técnicas de ataque, sus brazos armados, sus blancos preferidos, sus discursos de amenazas y “sus trofeos de caza”.
Entre los 35 jefes de Estado y de Gobierno figura además el presidente ruso, Valdímir Putin; el de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang; el de China, Xi Jinping; el de Egipto, Abdelfatah Al Sissi; y el de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Otros políticos de la lista de RSF son el presidente de Siria, Bachar Al-Assad; el de Arabia Saudí, el rey Salman bin Abdelaziz; el líder norcoreano Kim Jong-un; el primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-O-Cha; y el guía supremo de Irán, Ali Khamenei.
El Estado Islámico (EI) y los servicios secretos de Pakistán también figuran en la lista, así como el movimiento político chiíta Houthis (Yemen) y el grupo islamista Shebab (Somalia).
“Estos depredadores son los que más pisotean la libertad de prensa y los que cometen las peores atrocidades contra los periodistas”, denunció Christophe Deloire, secretario general de RSF, quien propuso acabar con la impunidad nombrando un representante especial de la ONU que siga de cerca estos casos para proteger a los periodistas.