El gobierno de Estados Unidos prepara sanciones contra las exportaciones de oro del régimen de Nicolás Maduro tras conocerse que la dictadura ha saqueado las riquezas del país suramericano para enriquecerse y mantenerse en el poder.
El diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) señaló que la intención del gobierno de Donald Trump es presionar aún más las finanzas de la dictadura con el fin de debilitarla.
Según aseguró uno de los funcionarios estadounidenses al Wall Street Journal, “la idea es cortar la triangulación del oro y el movimiento de fondo ilegales a través de compañías de maletín“.
Las sanciones podrían reducir las ventas internaciones, al aumentar el costo y las consecuencias de hacer negocios con el régimen de Maduro.
Con la amenaza de que pueden ser penalizados por tener oro venezolano, EE.UU. podría espantar a empresarios que estarían ayudando al gobierno de Maduro a minar el oro y exportarlo.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha señalado que la venta de oro se ha convertido para Venezuela en una forma para evadir las sanciones estadounidenses.
Cabe destacar que Estados Unidos ha acusado al régimen de Caracas de violar los derechos humanos y de causar una crisis humanitaria sin precedentes, que ha hecho que miles salgan del país.
El Departamento de Tesoro ya ha enlistado y congelado las cuentas bancarias y activos de casi 70 funcionarios venezolanos, incluidos el propio Nicolás Maduro, y al otro hombre fuerte y presidente de la chavista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, y al tercero en la línea del poder, Tareck El Aisami.
La minería ilegal mantiene a Maduro en el poder
Y es que a falta de la producción petrolera en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro habría encontrado otra manera de “autofinanciarse” para mantenerse en el poder: estaría exportando oro de manera ilegal a Turquía.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió que Venezuela recurre de manera creciente al comercio de oro “sin control medioambiental ni de contabilidad” para financiar las redes de corrupción que sostienen a la dictadura.
El secretario asistente del Tesoro, Marshall Billingsea, señaló que tras el abandono a la estatal petrolera Pdvsa, el régimen de Nicolás Maduro desvió su atención a la explotación del oro para obtener recursos.
Billingsea denunció el expolio de las minas de oro en el sur de Venezuela y aseguró que “se está aproximando a una situación similar a la de los diamantes ensangrentados” en África.
De acuerdo con el funcionario, en los últimos meses se calcula que habrían salido de Venezuela “21 toneladas métricas de oro”, que han ido “principalmente a Turquía”; lo que equivaldría a 840 millones de dólares.
El oro “se está sacando del país sin que haya contabilidad alguna para saber adónde van a parar los fondos”, indicó.
El representante del Departamento del Tesoro denunció que dicha explotación descontrolada de oro también se convertirá en un problema para la región:
“No se trata de minería convencional, esto es destruir los bosques creando enormes cantidades de agua estancada que va contaminada con mercurio y otros químicos. Será un catástrofe medioambiental durante décadas, con brotes de malaria, dengue; y estas enfermedades se van a mover por la región con los millones de refugiados”, agregó.
Actualmente, es casi imposible calcular la cantidad de oro existente en el Arco Minero Venezolano, se cree que podría estar entre unas 8.000 toneladas, las cuales equivalen 243.000 millones de euros, sin contar además, las reservas de coltán, bauxita, cobre y diamante que también reposan en el lugar.
Oro, guerrilla y terrorismo
Y es que el régimen de Nicolás Maduro ha dejado en evidencia su nueva “afición” por el oro en Venezuela; esto, tras permitir ante los ojos del mundo, el control ilícito del mineral por parte de guerrillas como el ELN, el cual se ha convertido en una especie de “brazo armado” de la dictadura que controla la producción de oro, diamantes y coltán en el estado Bolívar.
El diputado venezolano Américo De Grazia denunció que el Ejército de Liberación Nacional –grupo guerrillero colombiano– explota oro, diamante y coltán, procesa cocaína y está involucrado en el cobro de vacunas, extorsión y secuestro en los estados Bolívar, Amazonas, Apure, Táchira y Zulia.
“El negocio minero, en un país que muere de hambre, está en mano de ‘pranes’ y guerrilla”, enfatizó el diputado.
Pero que la dictadura de Maduro exporte gran parte del oro a Turquía no es de extrañar; pues Maduro visitó ese país tres veces durante el último año y se reunió con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan; de hecho, esta misma semana envió al Ministro de Defensa Vladimir Padrino López con una “carta de salutación”.
Tanto Turquía como Venezuela tienen en común sus diferencias y enfrentamientos con Estados Unidos; una situación que les impulsó a aliarse entre sí y “tapar” sus fechorías.