
Una nueva masacre ocurrió en Venezuela, 20 personas fueron asesinadas en Bolívar, el estado minero al sur del país, y en esta oportunidad todo a punta a que el responsable es la guerrilla armada, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Al parecer el grupo guerrillero colombiano hace presencia al sur de Venezuela y busca apropiarse de los minerales explotados en la zona, sobre todo del oro.
Se trata de una matanza silenciosa que ha sido ignorada por el régimen de Nicolás Maduro. Según denunciaron los habitantes de Guasipati, son 20 los mineros asesinados.
De acuerdo con el diputado de la Asamblea Nacional, Américo de Grazia, y el periodista regional, Germán Dam, el ELN se ha apropiado de al menos seis minas en el estado aurífero, entre ellas las llamadas Cicapra, El Cuadro y El Muertico, así como de Campanero, El Caolín, y Florinda.
1. Sobre lo ocurrido en las minas de #Guasipati me confirman que se trató de una incursión del ELN y que tomaron el control de:
– #Cicapra
– Campanero
– El Caolín
– Florinda
– El Cuadro
– El Muertico
Y cuantas minas controlaba la familia Cuevas #Bolívar #Venezuela pic.twitter.com/NKHNfADezL— Germán Dam (@GEDV86) May 9, 2018
Y es que el estado Bolívar, uno de los más importantes del país en materia económica, tras la caída de la producción petrolera, se ha convertido en escenario de masacres perpetradas por guerrillas y pandillas que pretenden adueñarse del oro venezolano.
En 2016, por ejemplo, se produjo la masacre de Tumeremo que fue perpetrada por pandillas lideradas por Jamilton Andrés Ulloa Suárez, conocido como el Topo y causó la muerte de 28 mineros.
La importancia de Bolívar y el negocio de la minería
El estado Bolívar se ha mantenido los últimos años en manos del chavismo. Era de esperarse que en las pasadas elecciones regionales el régimen hiciera hasta “lo imposible” para adjudicarse la gobernación a pesar de haber sido derrotado.
Es allí, al sur del país, donde las zonas mineras de Bolívar viven el asedio de grupos armados y la impunidad reina ante los ojos de la gobernación de la entidad.
En Bolívar grupos parapoliciales mantienen el control de las minas que operan en las poblaciones, mientras el contrabando es otro de los delitos que impera.
El arco minero del Orinoco está ubicado en este estado, y contempla una zona de aproximadamente 114.000 kilómetros cuadrados, ubicada al sureste de Venezuela, limítrofe con Brasil. Allí se extraen minerales estratégicos como el carbón y el manganeso; minerales metálicos como oro, hierro, bauxita, cobre, cromo, magnesita y níquel, así como minerales no metálicos como diamante, fosfato, caliza, feldespato, dolomita, yeso, caolín, grafito y talco.
De acuerdo con un reportaje del periodista holandés, Bram Ebus, las mafias, muchas de ellas dirigidas desde las cárceles, comenzaron a tomar el control de las minas venezolanas desde 2011, luego de que el Gobierno de Venezuela nacionalizara gran parte de su industria minera.
Explica Ebus que los militares venezolanos están clandestinamente involucrados en la industria ilegal del oro, apoyando a las pandillas a cambio de una parte de sus ganancias.
“Los mineros pagan dinero de extorsión, conocido como ‘vacuna’, a los pranes o líderes carcelarios, a cambio de que se les permita trabajar”, señala el reportaje.
“Las sangrientas batallas de las bandas rivales por el control sobre las minas han convertido a Bolívar en uno de los estados más peligrosos del país. Los cuerpos de mineros, criados por balas, se han convertido en una visión inquietantemente común. En este mundo, donde los asesinatos violentos y las políticas corruptas forman parte de la vida cotidiana, el Gobierno venezolano está tratando de atraer a las empresas mineras multinacionales, un movimiento que muchos temen puede minar aún más la integridad ambiental de esta remota región y exacerbar los abusos de derechos humanos”.
Bram Ebus, periodista holandés