Tal y como se esperaba, la Organización de Naciones Unidas dejó en manos de la Corte Internacional de Justicia la disputa territorial entre Venezuela y Guyana.
Tras más de 28 años de negociaciones que no arrojaron resultados, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, decidió que el Tribunal Internacional sea el medio utilizado para la “resolución de la controversia”.
Que la ONU dejara en manos de la CIJ el caso, podría calificarse como un logro para Guyana pues siempre ha estado a favor de que la disputa territorial se resuelva de ese modo.
Venezuela exige aproximadamente un 40% de territorio que, unilateralmente, decidió controlar Guyana, pero que con el paso del tiempo el socialismo de Hugo Chávez y Nicolás Maduro dejaron en el olvido.
El internacionalista Sadio Garavini, doctor en Ciencias Políticas y ex embajador de Venezuela en la ONU, explicó a PanAm Post que el Gobierno de Maduro tiene varias opciones: tratar de negociar una vez más con Guyana, no acudir a la Corte Internacional, o contratar a profesionales cualificados en arbitraje internacional para que puedan representar al país suramericano en el Tribunal.
“La decisión no es de este Secretario General, sino del anterior, que antes de dejar el cargo dejó un año más de negociaciones a través de los buenos oficios que era lo que el gobierno venezolano había pedido; pero como ya pasó un año y no se vieron avances ya se tomó esta decisión”; señaló.
“Como a Guyana le urge resolver este tema, podríamos usar esa presión para llegar a una negociación bilateral a ver si ganamos algo, porque el proceso de la Corte Internacional es muy largo”; aseveró.
El especialista explicó que el proceso ante la Corte Internacional puede durar mucho tiempo, “no menos de cuatro años”.
Y es que Guyana está urgido por definir dicha controversia debido a que en los últimos años la petrolera estadounidense Exxon Mobil descubrió petróleo en aguas en disputa.
El 7 de mayo de 2015 Exxon descubrió petróleo en aguas venezolanas con autorización de Guyana. El lugar exacto de explotación de crudo es en la fachada atlántica de Delta Amacuro (estado oriental de Venezuela).
Ese territorio tan valioso y rico energéticamente está frente a la desembocadura del Río Orinoco, el cual, pertenece a Venezuela debido a que su origen geológico es la sedimentación generada a través de miles de años por ese río.
En los últimos cinco años, Guyana ha firmado acuerdos con empresas como Shell, ExxonMobil, Anadarka y CGX para explorar territorio en aguas de la fachada atlántica de Delta Amacuro, territorio claramente venezolano.
Otorgó tres concesiones importantes a compañías energéticas. La primera es la que comenzó la empresa canadiense CGX Energy en el Bloque Pomeroon, la segunda es la que otorgó a Shell y Exxon, en el Bloque Stabroek, y la tercera fue la concesión que firmó con Anadarko, en el Bloque Roraima, el 27 de junio de 2012.
María Teresa Romero, doctora en Ciencias Políticas, ha afirmado que tanto el Gobierno de Nicolás Maduro y su equipo internacional ha actuado tarde y mal, pues desde la presidencia de Hugo Chávez han debido poner atención real al problema del Esequibo y no dejar de hacer cumplir el Acuerdo de Ginebra ante las numerosas concesiones otorgadas allí.
Asegura que “prevaleció el silencio cómplice por razones ideológicas y políticas bajo la guía del régimen castrista cubano”.
Venezuela perdería su salida al Atlántico
El coronel Pompeyo Torrealba, exjefe de la Unidad Especial para el Esequibo en la Cancillería de Venezuela, dijo a PanAm Post que Venezuela no se opone a que Guyana se desarrolle, pero que el problema es la pretensión de ese país de explorar y explotar pozos petroleros en el área que corresponde a territorio Esequibo, que se mantiene en reclamación.
Por su parte, Garavini explicó a PanAm Post que Guyana ha fijado unilateralmente una línea que considera que debe ser la delimitación entre el territorio que considera suyo (la Zona en Reclamación) y Delta Amacuro (Estado oriental de Venezuela). Señaló que esa línea está arbitrariamente inclinada hacia el oeste, de forma tal que cercena a Venezuela centenares de kilómetros cuadrados de su fachada atlántica.
“Perder la salida al Atlántico, significaría perder, en lo económico, centenares de miles de kilómetros cuadrados de áreas marinas y submarinas ricas en hidrocarburos y peces. Y desde el punto de vista geopolítico, la salida libre al Atlántico; esto es importante debido a que un barco venezolano no tiene que pasar por mares que tengan jurisdicción con otro país, es una salida libre hacia alta mar”.
El socialismo entregó el Esequibo
El Laudo Arbitral de París (1899) en el que Venezuela ni siquiera participó, define las actuales fronteras entre Venezuela y lo que en aquel momento era la Guayana Británica. En 1966, pocos meses de que Gran Bretaña (que había tomado los territorios por la fuerza a mediados del siglo XIX) concediera la independencia a lo que hoy es la República Cooperativa de Guyana (para la cual el Esequibo representa dos tercios de su territorio), se firmó el Acuerdo de Ginebra, en el que la ONU reconoce que Venezuela tiene un reclamo válido y se constituye la figura del buen oficiante.
Pero la defensa y reclamo del territorio venezolano sufrió un grave daño con la llegada del chavismo al poder: en 2004, en una visita a Georgetown, capital de Guyana, Hugo Chávez afirmó que “el Gobierno venezolano no será un obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo, y cuyo propósito sea beneficiar a los habitantes del área”.
Durante su primer Gobierno (1999-2006) el fallecido presidente Hugo Chávez mantuvo la política de Estado de sus predecesores de defender la reclamación del territorio; pero todo cambió con una visita que realizó el mandatario a Guyana en 2004.
En su discurso, el 20 de febrero de ese año, Chávez dijo: “El asunto del Esequibo será eliminado del marco de las relaciones sociales, políticas y económicas de los dos países”.
Garavini explicó que “Venezuela ha tomado una posición pasiva en la última década por la megalomanía del expresidente Chávez, y su ceguera ideológica”. Además, agregó que “Chávez quería tener una política exterior mundial, quería conseguir los votos del Caribe angloparlante, y por eso asumió una posición pasiva”.
Lo mismo denunció el reconocido periodista venezolano Nelson Bocaranda, quien aseguró que el expresidente Chávez logró un acuerdo con el expresidente de Guyana Bharrat Jagdeo ofreciéndole dejar de lado la reclamación del territorio Esequibo, para así cohesionar todos los votos de la comunidad caribeña. Ese supuesto acuerdo influiría tanto en las votaciones de la OEA como de la ONU, donde Venezuela había aspirado a pertenecer al Consejo de Seguridad.