A pesar de no existir un calendario electoral, se supone que se acercan las elecciones presidenciales en Venezuela; y ante la necesidad del régimen de obtener votos a costa de lo que sea, creó una serie de bonos monetarios que parecen un chiste.
Tal es el caso del bono para embarazadas; mientras el salario base en Venezuela es de 248.510 (US$ 1,24), Nicolás Maduro aprobó un monto de 700.000 (US$ 3,5) para mujeres en estado de gravidez.
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Las mujeres en Venezuela, uno de los países con mayor incidencia de embarazo precoz en el mundo, ahora tendrán otro incentivo para empeorar las estadísticas, pues en el país con uno de los salarios más bajos de la región y la inflación más alta del mundo, se multiplicará las cifras de gestación, sobretodo en las localidades más desposeídas.
En vez de garantizar el acceso a medicamentos anticonceptivos tras la elevada escasez de medicamentos, comida y productos básicos familiares, el régimen optó, una vez más, por medidas populistas que solo causarán más pobreza.
Y es que Nicolás Maduro también creó otros “bonos protectores” para ancianos, personas con discapacidad y estudiantes; todos ellos, bajo el requisito de portar el chavista Carnet de la Patria; un mecanismo de control y dependencia.
Igual que las embarazadas las personas con discapacidad recibirán 700.000 bolívares (US$ 3,5) mensuales, mientras que unos 200.000 estudiantes becados por el Estado también percibirán un incremento de sus ingresos.
Maduro, que mantiene a más del 80 % de la población en situación de pobreza, aprobó también bonos para cuatro millones de familias que no cuenten con un ingreso mensual y explicó que estas ayudas variarán de acuerdo al número de integrantes de cada hogar.
Mientras el régimen anuncia bonos mensuales que con el paso de los días se diluirán tras una inflación que supera los cuatro dígitos, el salario de los médicos y profesores no le llega “ni a los talones” a dicho regalo para embarazadas.
Javier Antonio Díaz Santana, profesor y columnista del chavista portal digital Aporrea el cual se ha convertido en un medio crítico al régimen, repudió la medida asumida por Maduro.
“En Venezuela para el madurismo no vale la pena trabajar ni estudiar, sólo dedícate al placer sexual para la procreación, y de esa forma, quienes controlan el gobierno se quedarán por siempre en el poder, a costa de la pobreza, el hambre, la ignorancia y la sumisión del pueblo”.
Mientras el régimen anuncia bonos a las embarazadas, la mayoría de ellas pasan los nueve meses de gestación haciendo largas filas para comprar pañales pues no se consiguen todas las tallas ni tampoco todas las marcas.
Lo mismo sucede con las fórmulas lácteas que prácticamente no existen; y las vacunas tampoco son fáciles de adquirir; de hecho, la dictadura venezolana exige el chavista Carnet de la Patria como requisito para suministrarlas.
El mismo día que Maduro anunció el populista bono para embarazadas, también se conmemoraba el día del maestro; sin embargo el gremio educativo no tiene nada que celebrar, pues ahora una mujer gestante tendrá más ingresos mensuales que un maestro.
En mí país te dan un bono de dinero, equivalente al doble de lo que gana un maestro, por estar embarazada, pero jamás he escuchado de otorgar beneficios a los estudiantes esforzados, como seguridad fisica, psicologica y ALIMENTACIA.
— Jhonnattan H. (@JackWolfville98) January 18, 2018
El país gobernado por Maduro atraviesa una crisis económica sin precedentes, donde más que bonos de regalo — que por la devualuación del bolívar perderán su valor— amerita medidas serias en las que se eliminen los controles.
Pero es evidente que al régimen le interesa mantener a los venezolanos sumidos en la pobreza y en la dependencia para poder manipularlos y controlarlos a su conveniencia.
El ingreso integral diario, equivale a 26.583 bolívares (USD $0,26), y cubre apenas la compra de un café o una empanada (20.000 bolívares USD $0,2).
Lo “curioso” en Venezuela es que el sueldo básico es de 248.510 bolívares (USD$ 1,24); a esto se le suma un bono con tickets de alimentación de 549.000 bolívares (USD $2,75); por lo que aunque el salario es de cuatro dólares en bolívares, solo en papel moneda se percibe la miserable suma de un dólar.
La situación de los ingresos en Venezuela es tan paupérrima que con el salario mínimo solo se puede adquirir 6 % de la canasta básica familiar.
La realidad es que en Venezuela una familia, para poder comer completo, debía ganar cada día el equivalente a un salario mínimo mensual; y eso, en Venezuela es imposible. En diciembre el gasto en comida llegó a ser de 150 dólares en un país donde el ingreso mensual es de USD $1.