El régimen de Nicolás Maduro emitió un nuevo comunicado para advertir sobre una supuesta amenaza militar por parte de Estados Unidos y Canadá. Asegura que “no tolerará ningún tipo de intervención extranjera”.
En otro de sus señalamientos sin argumentos ni pruebas convincentes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela condenó las recientes reuniones entre ambos países norteamericanos y aseguró que se trata de una amenaza en “contra de su paz y soberanía”.
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“Venezuela denuncia ante la comunidad internacional una nueva amenaza en contra de su paz y soberanía por parte de las dos principales potencias militares del hemisferio, Estados Unidos y Canadá”, señala la Cancillería encabezada por el chavista Jorge Arreaza.
Para Nicolás Maduro tanto Estados Unidos como Canadá intentan “socavar” el diálogo que mantiene el oficialismo y la oposición venezolana en República Dominicana.
“Esta nueva amenaza está orientada a socavar el proceso de diálogo que se desarrolla en República Dominicana, donde el Gobierno Bolivariano y la oposición han avanzado en aspectos importantes para garantizar la estabilidad política y económica del país”, reza el texto.
En el mismo comunicado la dictadura venezolana advirtió que EE. UU. y Canadá buscan continuar con las sanciones contra funcionarios del chavismo.
“El régimen venezolano ha rechazado las supuestas “amenazas” que estos Gobiernos dirijan para continuar o ampliar el ilegal bloqueo económico y desestabilizar la paz y el sosiego del Pueblo venezolano, así como las medidas de presión que aplican” sobre los países latinoamericanos para “agredir” la Administración de Maduro”.
Y es que el pasado martes 19 de diciembre el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, sostuvo una reunión con las autoridades de Canadá para abordar, entre otros asuntos, la situación en Venezuela y las actividades del Grupo de Lima, en el que Ottawa ha asumido un papel de liderazgo.
El régimen de Nicolás Maduro nunca ha mostrado pruebas sobre las supuestas intenciones de intervención extranjera por parte del gobierno de Donald Trump; lo que sí ha mostrado ante Venezuela y el mundo es su incomodidad por las sanciones tomadas contra funcionarios chavistas por violación a derechos humanos y actos de corrupción.
Cuando la Cancillería venezolana hace mención a que EE. UU. y Canadá buscan “socavar” e interferir en el diálogo político, se refiere a su exigencia de que dichas naciones cesen las medidas sancionatorias para continuar con las negociaciones políticas.
Y es que mientras la oposición venezolana anunció el diálogo para exigir elecciones libres y transparentes, una vez más se vio atrapada y chantajeada por el oficialismo porque el régimen exige que no hayan más internacionales.
El régimen chavista culpa a EE. UU. por las sanciones financieras que prohíben a estadounidenses hacer nuevas negociaciones con funcionarios del chavismo o con la estatal petrolera PDVSA. Pero las sanciones de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea surgieron para castigar las constantes violaciones a derechos humanos por parte de la dictadura y los actos de corrupción emprendidos por funcionarios del chavismo.
Estos gobiernos han dejado claro que las sanciones solo se levantarán, si es el caso, cuando se restablezca el Estado de derecho y la democracia constitucional.
El pasado 18 de diciembre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó la nueva estrategia de Seguridad Nacional de su país en la cual priorizó la lucha para aislar a la dictadura de Venezuela. Además ya ha anunciado que no hay manera de revertir las sanciones, y que son medidas de presión para que exista una salida democrática a la crisis en Venezuela.